Quebrantar leyes y buenas costumbres pasa por la ausencia del oportuno afrontamiento
Un hombre sale detrás de la maleza cerrando su portañuela sin pedir disculpas a quienes transitan por la calle…, evidentemente orinaba; una dependiente le cuenta a la colega sobre el esposo “expulsado” hacia el sofá porque discutieron. Ante los compradores su comentario afloró con un desparpajo impensable años atrás en un trabajador de comercio. Los vendedores ambulantes vocean con descaro absoluto tener la libra de papas a 450 pesos…, son esas semillas que deberían estar en el surco para la cosecha de frío, nunca en el mercado negro. Varias mipymes niegan el pago en línea, aunque eso sí, excusándose como dicta el código de amabilidad “atrae clientes”. Un joven limpia las inmediaciones de su centro laboral y parte de la basura recogida la vierte en la acera…, al llamársele la atención se molesta sin pizca de autocrítica.
Estas estampas tristes, crudas y feas han sido deliberadamente seleccionadas, omitiendo las enaltecedoras, patrióticas y humanas. Se viven tiempos de hurgar y mantener el dedo en las heridas de un pueblo enfrentado a una crisis multidimensional, donde algunos reniegan de la ética, desviándose del camino, incidiendo en la pérdida de confianza en las personas e instituciones, con graves consecuencias económicas, financieras, culturales, identitarias.
Todos los fragmentos anteriores son ciertos, entresacados del día a día, y ocurren al faltarnos perseverancia para fiscalizar, chequear, multar… Y cuando digo nosotros me refiero a la sociedad, cuyos mecanismos establecidos, en no pocas ocasiones, se han parapetado tras un mar de ineficiencias, Edén soñado de la burocracia.
Nos devalúan ciertas normativas laxas, poco severas por ejemplo, con el robo de productos agrícolas. Si la seguridad alimentaria es fuente de preocupación –y ocupación- del gobierno, las sanciones contra este tipo de delito debían ser severísimas. Igual pasa con el tibio tratamiento público dado a la corrupción, la doble moral. La falta de transparencia para el conocimiento popular dificulta por ende el ejercicio de su poder. ¿Qué papel juega la prensa?: Nos va la existencia misma de esta Cuba paradigma.
Como país necesitamos sacudir la mata; volver a mirarnos en el espejo de la llamada educación formal, los reglamentos establecidos, la responsabilidad efectiva, predisponiéndonos a la disciplina. Es hora de reactivar los numerosísimos mecanismos de control y sacarlos de las gavetas. De qué sirven los diagnósticos y las políticas rectificativas si no las articuláramos y evaluáramos debidamente. Golpe de ráfaga revolucionaria fueron los fragmentos vistos del IX Pleno del Comité Central (CC) del Partido Comunista de Cuba. Corroborar el compromiso de otras cubanas y cubanos como yo, me enardeció, validando la confianza en mis ideales y profesión.

Fue positivo saber del informe sobre las desviaciones y tendencias negativas en la Cuba del 2024. Concuerdo plenamente con el criterio de que esas lacras tienen, por encima de todo, un componente económico, el cual envuelve los distintos ámbitos de la sociedad, con marcada incidencia en lo ideológico. Y es este un trasfondo esencial a pulir pues es el corazón de nuestro organismo social, ente vivo, por lo mismo cambiante, no siempre para bien. Silvio Rodríguez lo canta: “Salgo y pregunto por un viejo amigo de aquellos tiempos duramente humanos, pero nos lo ha podrido el enemigo, degollaron su alma en nuestras manos”. Entonces preguntémonos con sinceridad, cómo, cuándo y dónde transformar, modificar, desechar, crear. En ese manto debemos arroparnos. Rendirse no es opción, autocomplacernos tampoco.
Segura estoy que otros compatriotas habrán evocado a José Martí quien en 1895 escribió: “De pensamiento es la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento”. Intentar doblegarnos por hambre responde al dogma imperial de que el hambreado, traiciona; también intenta sembrarnos antivalores, cultos seudo “culturales”, ajenos a nuestras tradiciones. Es insuficiente, sin embargo, quedarse en los hechos y definiciones porque ello jamás surtirá el milagro. De nuevo el “cubano mayor” como soporte para el presente comentario, y aunque sacado del contexto en que se exponen ahora, es aleccionador un pasaje del artículo “Generoso deseo”, aparecido en Patria, el 30 de abril de 1892: “El pensamiento se ha de ver en las obras. El hombre ha de escribir con las obras. El hombre solo cree en las obras. Si inspiramos hoy fe, es porque hacemos todo lo que decimos”.
Miles de poquitos hacen el conjunto; el caos se instala si como ciudadanos callamos ante los desmanes callejeros; la policía patrulla únicamente en las arterias principales; los inspectores chequean siempre los mismos establecimientos; los inventarios duermen el sueño eterno; muchos delegados del Poder Popular casi nunca recorren sus comunidades; nos acomodamos a campañas y símbolos; los directivos pasan por alto lo mal hecho; los “cuadros” se amoldan a la rutina de documentos e informes obviando la dialéctica, pura y dura, de que, a contracorriente, la Revolución se hace a diario y en cada rincón… Lo nuestro grandioso aflora con los roces de huracán, desestabilización “gusana”, falsas noticias y un largo etcétera. Somos un pueblo armado con las sustancias de la épica, pero qué nos está pasando en la cotidianidad. En Cuba abrirse el pecho será siempre un imperativo.
6 comentarios
! Ay! Mary, este artículo tuyo es de.lo mejor que he leído.sobre mi querida Patria. Te refieres al problema pero dejas de lado los responsables y las.probables.soluciones. El informe.de nuestro Primer Ministro es lo más tétrico que he leído en los últimos tiempos. No hay una sola frase que promueva la esperanza. Los mismos que nos dicen que tenemos que hacer las cosas diferentes continúan haciendo más de lo mismo. No me quiero extender porque caería en especulaciones. Los periodistas están llamados a asumir el papel que les corresponden. Hay que impulsar el debate y el diálogo sincero con el pueblo
Formidable, justa, valiente y todavía oportuna llamada a la conciencia y fe cultivadas en nuestra nacionalidad
Pero el como y cuando es el reto y deber, analizar, discutir y actuar cada mujer, hombre sobretodo jóvenes, todos y en todas partes, porque nos incumbe y está en peligro el futuro promisorio del país
Estelar.
Excelente artículo, es necesario que lo lean desde los dirigentes del país, hasta el Revolucionario más simple, hay tela por dónde cortar, hay que ser crítico, no tener miedo ni a buscarse problemas, ni a ocultar la verdad, si vacilanos los Vendepatrias y el Imperio Yanqui nos pasaran por encima y tenemos un compromiso con Fidel, con Maceo, con Martí y con él Che, seguir defendiendo nuestra Patria a toda costa, incluso a cambio de nuestra vida, así lo hicieron ellos y así será.
Es mejor sacudir la mata y no temer a apretar la mano para evitar sanciones Europeas…o Más Sanciones Gringas ..
Hay que actuar con energía.
Gracias por ese artículo.
Excelente artículo de María Victoria.
Mari tienes el don de abordar los graves problemas que nos aquejan con la sabiduría precisa y contundente para reflexionar y remover los cimientos de los incrédulos que ven estos fenómenos como irremediables o dignos de una sociedad que no los cobijas y mucho menos los concibe. muchas gracias.