Sobrevivir al infierno

Los intereses de Israel y Estados Unidos se complementan en Palestina. Breve acercamiento a un tema sumamente complejo


Estremecen. Las cifras estremecen. Y como el mundo le otorga mucha importancia a las estadísticas, las cuales se van evaluando en un período determinado, tenemos que desde el 7 de octubre de 2023 el número de palestinos asesinados por Israel en la Franja de Gaza ha ido en aumento. Al cierre de estas líneas sumaban 50 082 muertos; de ellos, 15 613 niños.

Gaza es hoy el estandarte de resistencia anticolonial del mundo. / un.org

La cuestión palestina, sin embargo, no comenzó dos años atrás; viene de antes de 1948, cuando el imperio otomano regía en toda una amplia zona del Oriente Medio. Luego, con la imposición de otras potencias coloniales más desarrolladas –Gran Bretaña y Francia– se hacen otras reconfiguraciones determinantes, con el pretexto del Holocausto, para dar vida al Estado israelí, sionista por antonomasia. Este ha ejercido una brutalidad continuada: robo de tierras, exilio forzado, violación de derechos humanos y del derecho internacional, torturas y cuanta barbaridad se le ocurra al gobernante de turno. Es preciso acotar: la aspiración del Gran Israel no solo domina las mentes políticas: infelizmente ha calado en el sentir nacional, al percibirse el pueblo “elegido de Dios”.

Si bien el ensañamiento actual se ceba en Gaza y la Cisjordania ocupada, el Líbano y Siria forman parte de los planes expansionistas parapetados en el conveniente argumento de luchar contra el terrorismo. Pudiera parecer semejante recordatorio un argumento de esos llamados antisemitas a los ojos de los medios des-informativos, tan incondicionales a los poderes facticos, y los intereses económicos y financieros de Israel, que dictan pautas. Tal recordatorio no es fortuito; es colocar las coordenadas donde van.

Palestina   

Según el Consejo de Seguridad de la ONU, el 2022 fue, en los territorios ocupados de Palestina, “uno de los años más mortíferos de la historia reciente”. En esa oportunidad, Tor Wennesland, Coordinador Especial para el Proceso de Paz en Oriente Medio, dijo: “El peligroso ciclo de violencia sigue persistiendo, en medio de crecientes tensiones políticas y un proceso de paz estancado desde hace mucho tiempo”. Poco ha cambiado.

Precisamente con un dedo acusador a través del arte, Hamdan Ballal refleja la realidad de su aldea natal, Masafer Yatta, en Cisjordania. La antiquísima localidad ha sido sistemáticamente destruida, expulsada su gente y utilizada esas tierras como zona de entrenamiento militar del ejército usurpador. Su documental No other land mereció un Oscar de un Hollywood, siendo proclive a exaltar los valores judíos, dada la preeminencia de esa ascendencia entre actores, productores, directores, etcétera…

Démosle el beneficio de la duda y asumamos que la Academia actuó realmente conmovida por la masacre en Gaza. Recientemente, Hamdan Ballal fue asaltado a golpes durante violentos enfrentamientos con colonos israelíes en la zona de Susiya, en la Cisjordania ocupada. El 2 de marzo de 2025, junto con su equipo de realización en la gala de entrega de los Oscar, el director palestino pidió “una solución sin supremacía” al genocidio en Gaza. A pesar de las desconexiones territoriales hechas a Palestina, esta sigue viéndose y asumiéndose como una sola entidad, digna de tener un Estado soberano. ¿Cuál sería este en la práctica? Tema muy controvertido a la luz de una realidad modificada exprofeso. El 25 de marzo, la ONG hebrea Paz Ahora denunció: “Israel aprobó, en los tres primeros meses de 2025, la edificación de 10 503 unidades judías en Cisjordania, más que en todo 2024”. El régimen sionista intenta sea inviable la solución de los dos estados, a lo cual los palestinos y la comunidad mundial se oponen enérgicamente, Cuba entre los primeros.

Los EE.UU. intentan intimidar a los hutíes enviando portaviones al Mar Rojo. / noticiaslatam.lat

Y aunque el asunto pasa ahora por las urgencias de detener una crueldad colocada en frías cifras, la cuestión palestina –abultado expediente de descolonización cuya única solución digna y justa es la autodeterminación– debe verse más allá de lo puntual de las treguas necesarias para el abastecimiento de agua y comida a los pobladores de Gaza. Sabor amargo deja poder alimentar a un niño y después ver desde el cielo una lluvia de misiles “Made in Usa”. Tampoco ayuda demasiado un lauro reconocido a un grupo de cineastas palestinos, con muchos aplausos de telón de fondo, si al volver a casa los colonos israelíes continúan usurpando sus tierras.

Urge una voluntad política consecuente, lo mismo en los máximos organismos internacionales y de los gobiernos árabes, en cierto modo ajustados a las declaraciones públicas y hasta las mediaciones diplomáticas, pero renuentes a acciones contra Tel Aviv en el terreno comercial, financiero y mediático, evitadas o ejecutadas sin el entusiasmo y la radicalidad requeridos. Eso contrasta con las acciones militares de la nombrada “resistencia árabe” del Líbano, Irak y Yemen a favor de la causa palestina. El 15 marzo último, Donald Trump ordenó al Pentágono “lanzar una operación militar decisiva y poderosa” contra los hutíes de Yemen con “fuerza letal abrumadora” en un intento de acallar esa solidaridad y, en lo fundamental, intentar hacer segura la navegación en una zona al rojo vivo.

La actitud del imperialismo yanqui es patéticamente grotesca: Joe Biden lloraba lágrimas de cocodrilo por la población gazatí en la acomodaticia definición de daños colaterales del enfrentamiento contra Hamás; mientras Trump, en un (otro) rapto de desfachatez, se jacta de haber sentado a palestinos e israelíes a negociar un alto el fuego y a la vez con planes inmobiliarios de convertir a Gaza en la “Suiza del Medio Oriente”… sin palestinos.

El Líbano

En el artículo “Tierras conquistadas”, el analista Tareq Ali expone: “Tras el colapso del mundo comunista, el triunfante EE.UU. se apresuró a balcanizar el mundo árabe y eliminar todas las amenazas reales e imaginarias a su hegemonía. El balance del recuento de las guerras del siglo XXI que han devastado Asia Occidental es atroz desde cualquier punto de vista. […] Hasta a los ocupantes más cínicos de la Casa Blanca y del Pentágono les resulta difícil justificar en público el caos que han creado”.

Caos milimétricamente estructurado en una teoría de reconfiguración geopolítica, donde la pieza proxi es Israel y cada nación una pieza decisiva: el suelo libanés sigue expuesto a los bombardeos del régimen sionista y estos no pararán en tanto se eluda un compromiso efectivo del Consejo de Seguridad de la ONU y de quienes se explican el “fenómeno” descontextualizado de la historia. Palestina abre las puertas a la paz regional. La fuerza libanesa Hezbollah ha destacado cómo, a pesar de los golpes sufridos, el eje de la resistencia recuperará su papel para enfrentar las amenazas. El Líbano rechaza la presencia israelí y las violaciones reiteradas del alto al fuego; además, sigue comprometido con los palestinos.

El HTS de Siria, en retirada de Latakia y Tartús luego de asesinar a 1 300 personas. / s.yimg.com

Siria

El 8 de diciembre de 2024 –y de manera “relámpago”– fue derrotado el aliado de las reivindicaciones palestinas de soberanía, amigo de Rusia e Irán, Bashar Al Assad. Algunas voces sugieren su falta de popularidad, debida a la corrupción o mal manejo de la situación interna, condiciones propiciatorias de una expectativa generada dentro de Siria cuando el Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomó el control del país. A partir de los vínculos de este grupo fundamentalista con Al-Qaeda y sus actividades violentas dentro de Siria, los propios Estados Unidos habían hecho campaña para que se le considerara terrorista, algo logrado en 2014. En marzo de 2025, el nuevo gobierno de facto de Abu Mohammad al-Golani (cabeza del HTS) emprendió en las zonas costeras las tan conocidas revanchas contra minorías confesionales.

De vuelta al personalísimo criterio de Tareq Ali, “el levantamiento masivo de 2011 (remedo de la primavera árabe) fue en gran medida genuino y reflejó un deseo de cambio político. Las potencias occidentales se implicaron, pero se las podría haber evitado. Si Assad hubiera aceptado negociar durante los primeros seis meses, o incluso después, se podría haber llegado a un acuerdo constitucional; sin embargo, emprendió la represión. Se reiniciaron las trágicamente familiares rencillas entre sunníes y chiíes. En cuanto la oposición decidió tomar las armas, la suerte estaba echada. Empezó una guerra civil y gran parte del movimiento se integró en un paraguas confesional respaldado por EE.UU. y sus aliados. […] Después de muchos ataques contra la población palestina, los israelíes se han extralimitado y han ocupado parte de Siria en una alianza informal con el HTS, la filial de Al Qaeda apoyada por Turquía y los kurdos sirios. […] Parece que no se han enterado de las matanzas en Palestina. Se volverán a decepcionar […]. Por supuesto, muchas personas celebraron en Siria la partida de Assad, y es comprensible, mas Netanyahu y Washington también se alegraron. La alianza es un matrimonio celebrado en el infierno”. Siria es espacio de disputa geopolítica con miras, entre muchas cosas, a desmoronar a Irán, Estado esencialmente soberano, rico, bien armado y miembro de los Brics; ejemplo de firmeza frente al águila yanqui-sionista, que hace pagar caro a Palestina los afanes de libertad.

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Un comentario

  1. Se agradece la resumida actualización sobre la situación compleja y peligrosa en varios países, derivada de la guerra colonial de exterminio del sionismo israelí con pleno apoyo de EEUU, contra el heroico pueblo palestino, en Gaza y Cisjordania, y sus repercusiones en Líbano y Yemen. También la extendida ocupación israelí en Siria, escenario de asesinatos contra minorías y pretensiones agresivas contra Irán. Reiterada convocatoria a una más concertada, activa y efectiva solidaridad con la lucha por la creación del Estado palestino.

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