Trump: dividir y…

 El mensaje del mandatario contradice el llamado a la cohesión y refleja una estrategia de confrontación con el mundo


El Discurso de la Unión, una presentación anual del presidente de Estados Unidos ante el Congreso, la Corte Suprema y otras figuras clave del país, puede ser una oportunidad para presentar la agenda política del gobierno y fomentar la cohesión nacional. Sin embargo, en esta ocasión el mensaje pronunciado por el actual mandatario, Donald Trump, transmitió un tono que, según diversas interpretaciones, fomentó la división y adoptó posturas extremas, lo cual podría afectar negativamente el bienestar y la posición hegemónica estadounidense.

El discurso se realizó pocas horas después de la polémica entre Trump y el presidente de Ucrania. / cnn.com

Al relacionar el contenido del texto con sus acciones en los días previos, resulta evidente su intento de presentar como resultados únicos una serie de decisiones ejecutivas que todavía están por demostrar su resultado práctico y, sobre todo, constructivo para esa nación.

El republicano parece empeñado en proyectar una imagen de firmeza y determinación, como un “perro que ladra y muerde”, posiblemente con el objetivo de contrarrestar la percepción de declive que marcó el final de su primer mandato, que lo llevó a una derrota electoral.

Aún no está claro si las políticas sancionatorias implementadas durante las primeras semanas se mantendrán a largo plazo o si reducirán su intensidad a medida que el gobierno obtenga los resultados deseados de los países afectados. Este patrón ya se ha observado en casos como la reciente pausa en la imposición de aranceles a México y Canadá, donde la ofensiva fue retirada después de ciertas concesiones.

Aunque implementó algunos cambios significativos –como la extradición de narcotraficantes solicitados por Washington y la tambiénde migrantes–, el mandatario no los consideró suficientes. Por ello, decidió redoblar la apuesta: escaló hacia una guerra comercial con sus vecinos, socavó los fundamentos de la diplomacia con los aliados y aplicó una política de “máxima presión” contra aquellos con los que, apenas semanas antes, había iniciado diálogos directos.

No está claro si las políticas sancionatorias implementadas durante las primeras semanas se mantendrán a largo plazo. / opb.org

El discurso se realizó pocas horas después de la polémica generada por la reunión entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la Oficina Oval, y tuvo lugar justo antes de una convocatoria del Consejo de la Unión Europea. Durante este encuentro, los políticos asistentes expresaron su desconcierto ante lo ocurrido y cuestionaron la particular visión de Trump sobre el papel de la OTAN.

Por otro lado, la incertidumbre se extendió a diversos sectores económicos, como lo demuestra la suspensión de los planes de expansión de Tesla en México y Apple en China. Este escenario sugiere un panorama económico desafiante, marcado por presiones inflacionarias, alzas en las tasas de interés y un posible incremento en los niveles de desempleo. Según las proyecciones, se espera que el alza de precios en Estados Unidos alcance el 3.5 por ciento para 2026.

Más allá de los logros coyunturales que pueda tener el gobierno de EE.UU., la apertura de tantos flancos está acumulando un nivel de rechazo a escala mundial, desde China hasta sus aliados europeos, incluidos gabinetes de diversa índole ideológica de América Latina.

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2 comentarios

  1. Todo imperio que ha dominado al mundo actúa motivado por un doble interés, aunque cueste aceptarlo: actúa en interés propio, en primer lugar y, en interés de mantener la Paz mundial, en segundo lugar. Así, la decisión del Presidente, nada que objetar.

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