Lo que sucedió hace unas horas en Tunas de Zaza, Sancti Spíritus, revela realidades de un país donde lo más importante es la vida humana
Para miles de espirituanos, dormir fuera de casa anoche, no resultó del todo agradable, pero sí aconsejable y muy seguro.
No es la primera vez que, por igual razón, muchos de ellos lo hacían.
El peligro de inundación por fuertes lluvias asociadas al paso del huracán Rafael por los mares del sur cubano, aconsejaban lo que decenas de veces se ha ejercitado y consta en los planes dela Defensa Civil para enfrentar contingencias de esa índole: la evacuación.
Por ello, más de 2 000 habitantes que residen en los asentamientos de Tunas de Zaza y El Médago alistaron lo mínimo indispensable, cerraron bien sus viviendas y abordaron el tren o los medios de transporte dispuestos para el traslado hacia casas de familiares o de amistades, en lugares fuera de peligro, o en dirección a centros acondicionados al efecto.
Así lo había dispuesto, horas antes, el Consejo de Defensa Provincial, encabezado por su presidenta, Deivy Pérez Martín, y por Alexis Lorente Jiménez, vicepresidente.
No fueron esas personas evacuadas desde allí las únicas que pasaron noche en otra cama, sobre otro colchón. Preventivamente, embarazadas a término y niños menores de un año en Trinidad (y en otras zonas proclives también a inundación) habían sido trasladados hacia centros de salud, aptos para segura y adecuada protección, del mismo modo que los pacientes con tratamiento de hemodiálisis: en este caso hacia el Hospital Camilo Cienfuegos, en la cabecera provincial.
De acuerdo con declaraciones del doctor Francisco Fernández Quintero, director Provincial de Salud, hay garantía de los recursos humanos para la atención a las personas en esos centros de evacuación, así como de insumos médicos, dentro de las posibilidades y condiciones económicas del país en la actualidad.
Escenas similares han tenido lugar durante las últimas horas en numerosas partes del archipiélago, como expresión de lo que hace un país donde lo más importante es la vida humana