Empresas con pérdidas (II): arideces sobre el tablero
Empresas con pérdidas (II): arideces sobre el tablero

Empresas con pérdidas (II): arideces sobre el tablero

“La planificación hay que hacerla en un escenario real. No en uno virtual. El pasado año, se planificó el combustible al ciento por ciento. Supuestamente, Cienfuegos garantizaba el tiro directo de cemento hasta aquí. Nosotros íbamos a cargar el árido en la industria con suficiente electricidad para producir. No se iban a romper los equipos, los camiones tendrían gomas y baterías… Pero nada de eso fue así”, valoró Jesús Martínez García, director general de la Empresa de Producción Local de Materiales de la Construcción (Plomac) en Villa Clara.

¿Qué hacer ante tales realidades? Estaban con la soga al cuello. Paraban la producción y mandaban a los trabajadores para sus casas o buscaban una salida. “Tuvimos que alquilar transportistas privados para que nos tiraran el árido. Ellos sí tenían diésel porque iban al Cupet y lo pagaban en efectivo. ¿Por qué a los empresarios estatales no nos dan esa posibilidad? Al final de la jornada, ese mismo dinero que le pagamos al particular, podíamos haberlo empleado en habilitar el transporte de la empresa. Definitivamente: ¡no estamos en igualdad de condiciones!”.

¿Por qué las empresas estatales no podían acceder al suficiente combustible para mantener la producción?, interrogó BOHEMIA.

“Porque a las empresas estatales hay que asignarles el combustible. Nosotros llegamos a recibir en 2021 solo el 51 por ciento del que recibíamos en 2019, cuando comenzó la crisis energética. Las actividades sociales (servicios de ambulancias, carros fúnebres, recogida de desechos sólidos y otros) tienen que trabajar con un 90 y tanto por ciento. No se pueden recortar. Si por la distribución que hace el Gobierno no se les asigna el combustible planificado a las entidades estatales, entonces buscaron alternativas”, respondió Miner Linares Rodríguez, director de Economía y Planificación en la provincia.

Evidentemente, la planificación centralmente administrada seguía extendiendo su manto en un “escenario virtual”.

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Las deudas financieras le preocupaban, y mucho, a Jesús Martínez García, director general de Plomac en Villa Clara.

Sin embargo, esas no son las únicas dolencias de Plomac. Cuando surgió la empresa en marzo de 2019, los saldos eran negativos. Sin embargo, al cierre de ese año, lograron 1 400 000 pesos de utilidades. Luego llegó la Tarea Ordenamiento (TO) y los viró todo al revés, peor que en una concretera. El cierre de 2020 fue negativo en 179 000 pesos por el incremento del salario a los trabajadores realizado en diciembre. Al terminar el 2021, las pérdidas ascendieron a más de 12 000 000.

“¿Por qué tuvimos que planificar pérdidas ese año? Es obvio, los precios de la empresa subieron solo 4.19 veces. Los de los principales suministradores 16.67, todos en su conjunto, en la partida de materias primas, materiales y servicios. Ellos son la Empresa de Cemento de Cuba, Acinox, la Industria de Materiales y la Geominera”, argumentó Martínez García.  

A diferencia de otras entidades de Villa Clara, que sí recibieron por las pérdidas en 2021 una subvención del Estado, Plomac quedó atrapado en una nebulosa.

“Presentamos el expediente a la provincia, lo aprobaron, y también el Ministerio de Economía y Planificación (MEP). Mas, nunca llegó ese financiamiento a la empresa. De haber entrado, no estaríamos con pérdidas en este primer trimestre”.

Por tanto, en enero se vieron obligados a colgar los guantes. Sin producir, no entró ni un centavo. Al siguiente mes, lograron, después de mucha insistencia, negociar otro crédito bancario. Entonces diversificaron producciones y servicios; disminuyeron la plantilla, bajaron los gastos en salario; comenzaron a aplicar las facultades otorgadas a las empresas, descentralizaron prerrogativas a las unidades de base de los 15 municipios; molieron piedra de potrero y escombros, emprendieron la venta de materiales directamente en el mercado minorista… literalmente “arañaron la tierra” en las extintas canteras de Manicaragua en busca del árido para producir bloques y asfalto. Y al cierre de marzo la pérdida acumulada bajó a 698 000 pesos.

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La villaclareña Nancy Laredo González, subdirectora Económica de la Empresa Provincial de Transporte, reconoció que nunca estuvo de acuerdo con la ficha de costo aprobada con la TO porque daba pérdidas significativas.

No obstante, a pesar de todo lo que han hecho, les sigue martillando la situación financiera de la empresa.

“Plomac tiene que amortizar los créditos bancarios, ya suman 30 000 000 de pesos. Por eso, estábamos luchando porque llegara la subvención por pérdidas. De lo contrario, tendríamos que renegociar y endeudarnos más”, precisó el director general.

Según Teresa de Jesús Martínez Castillo, directora de Finanzas y Precios en la provincia: “cuando aprobamos que operara con pérdidas, lo elevamos a todas partes. Las empresas de Transporte y Farmacias y Óptica sí recibieron el financiamiento. Plomac se llevó después, cerca del fin de año. A esas alturas, al Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) se le había agotado el presupuesto para subvencionar las pérdidas empresariales. Eso los privó de recibir una inyección de liquidez que les hubiera dado vitalidad para adquirir recursos y mantener sus niveles productivos”.

El mayor por ciento de la producción de Plomac está dirigido al programa de la vivienda, a la construcción de células básicas habitacionales y, en menor cuantía, por esfuerzo propio. ¿Cuántas otras entidades en el país no deben haber pasado por similares vicisitudes? Bajo tales presiones, no es casual que el programa de la vivienda en Cuba solo se haya cumplido el pasado año en algo más de la mitad (55 por ciento).

Peor aún…

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Cementerio de guaguas paradas por falta de neumáticos y baterías en la terminal de ómnibus urbanos en Villa Clara.

Más “mal parada” andaba la Empresa Provincial de Transporte en el territorio. A juicio de Linares Rodríguez y Martínez Castillo con la situación más crítica en cuanto a los montos de las pérdidas y pocas posibilidades de recuperarse. A pesar de haber recibido subvención desde el presupuesto central del pasado año, el endeudamiento con el banco ascendía a 40 000 000 de pesos.

“La causa fundamental de la situación financiera de la empresa está en que las fichas de costo que se aprobaron con la TO, desde el principio, están dando pérdidas. Y los precios son centralizados. Igual nos afectó la rebaja de las tarifas de las cargas. Ninguna de las actividades de transportación nos daba utilidades. Lo otro es que las rutas sociales no cubren ni siquiera el costo”, sostuvo Nancy Laredo González, subdirectora de Economía de la entidad.

Además, al cierre del primer trimestre del año, los noqueaba la inestabilidad con el combustible y la carencia de insumos. “Tenemos 253 equipos paralizados; de esos, 185 ómnibus y 68 camiones por falta de neumáticos o baterías”, indicó Juan Carlos Ferriol Navarro, subdirector de Operaciones de la empresa.

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Para salir del bache, propusimos una nueva tarifa al pasaje en sus diferentes modalidades, explicó Juan Carlos Ferriol Navarro, subdirector de Operaciones.

La entidad transportista da servicios en 221 rutas, “antes de la TO solo 35 eran irrentables, pero las demás cubrían los gastos. Después del “Día Cero”, la mayoría deja pérdidas. En particular, las del Plan Turquino. Para buscar una solución propusimos al Ministerio de Transporte un incremento de la tarifa, según las modalidades urbano, suburbano, de montaña”, expuso Ferriol Navarro.

La directora provincial de Finanzas y Precios consideró: “aun cuando aprobaran el cambio de tarifa, no podrían resolver la situación: el endeudamiento, la asfixia económica. La empresa necesita un subsidio, una inyección financiera, de manera excepcional”. 

Tan “argollados” estaban que no tenían dinero ni para pagar el combustible asignado a la empresa en el mes de abril.

No menos complicado era el escenario con las transportaciones en Santiago de Cuba por el tema de los precios centralizados, las dificultades con el combustible y los equipos parados por falta de neumáticos y baterías. En el caso de los ferrocarriles, el rollo con la tarifa de las cargas, andaba por buen camino, según Bernardino Prieto Nápoles, director provincial de Economía y Planificación.

En la más oriental de las provincias, las transportaciones igual estaban en aprietos. Comunidades de la serranía, como El Diamante, en Maisí, si acaso veían subir un ómnibus temprano en la mañana y, ese mismo, regresaba al atardecer. Bajar a Guantánamo o subir desde la cabecera municipal, era una suerte de travesía temeraria.

“El Coeficiente de Disponibilidad Técnica (CDT) de la Empresa provincial de Transporte es de alrededor de un 20 por ciento, por falta de baterías y neumáticos. Eso incide directamente en la afectación del servicio y en los ingresos a obtener. Si bien, esos insumos hay que importarlos y la situación es bien compleja en el país con las divisas”, argumentó Yunier Oliva Batista, director provincial de Economía y Planificación.

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La paralización del transporte también afecta a los santiagueros.

Coqueteos con el pan

En Santiago de Cuba, la Empresa de Panes y Dulces de la Industria Alimentaria ya no sabe qué más hacer para “estirar” la harina y multiplicar panes –y hasta peces, mejor dicho, surtidos.

En el caso del pan de la canasta básica el precio de venta a la población es de un peso. Está centralizado. Sin embargo, el costo de producción es de 1.21. Eso les provoca una pérdida de unos 7 000 pesos mensuales. Si estuvieran recibiendo un abastecimiento regular y el total de la materia prima planificada, otro gallo cantaría. Pudieran hacer dulces, galletas, palitroques, y así compensar las mermas que les deja el pan normado.

Sin embargo, aunque la harina es poca, parece que amasar el pan tiene sus atractivos, mucho más en tiempos de escasez. La cantidad de trabajadores es alta. “Por eso, a la empresa se le aprobó realizar un proceso de disponibilidad de unos 300 empleados. Incluso, han analizado que les seguirá sobrando gente. Y para el año entrante harán otro recorte de personal”, manifestó Prieto Nápoles.

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El precio del pan normado deja pérdidas millonarias a la Empresa de Panes y Dulces de la Industria Alimentaria. / granma.cu

La cartera de productos de la Alimentaria cuenta con más de 200 surtidos y, cuando los hacen en diferentes formatos, los precios son diferentes. “Ahí nos encontramos cosas cuestionables. Por ejemplo, una mini dosis de sirope cuesta más que un pomo de cinco litros. Cuando escarbamos por dentro, es porque el envase pequeño o la etiqueta costaron más caras.

“Eso la población no lo entiende. Hemos tenido que decirles cojan todos esos pomitos y véndanselo a Farmacias y Óptica. O les autorizamos pequeñas producciones para un segmento del mercado. Con la indicación de no ponerlos donde mismo están los otros más grande”, reveló Mayleybis Arias Mejías, directora provincial de Finanzas y Precios. 

No es para menos. Que le pasen a cualquiera gato por liebre, disgusta. Mucho más, porque esos pomitos chiquitos o grandes casi nunca aparecen en los mercados minoristas en moneda nacional. Si los encuentras, son en divisas. O al precio que quieran ponerle los revendedores en el “cambalache” informal.

Mover la costura

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El taller de confecciones de la textilera Celia Sánchez Manduley comenzó a trabajar a mediados de abril, por atrasos de la materia prima.

Atrás quedaron los tiempos de bonanza de la textilera Celia Sánchez Manduley, cuando alcanzaban unos 80 000 000 de metros de tejido. Con el devenir del tiempo, los ritmos de producción fueron decreciendo, aunque han cerrado con utilidades desde 2012 hasta el 2021.

Sin embargo, en los primeros meses del actual año cayeron en un bache y cerraron con pérdidas ascendentes a 2 400 000 pesos. “Una de las cosas que más nos golpeó fue la garantía salarial pagada a los trabajadores por las interrupciones laborales. El gasto de salario oscila sobre 1 400 000 pesos mensuales. Más los pagos a la Agencia de Seguridad y la depreciación mensual de los activos, inevitables de quitárselos de encima a la empresa”, advirtió Michel Reyes Cuba, director de Economía de la empresa.

Esencialmente, los mantiene en vilo la materia prima, de importación. “Los efectos del bloqueo y la situación de las navieras a nivel internacional nos han afectado mucho. La empresa tiene más de 12 000 000 de dólares financiados en el extranjero para adquirir esa materia prima y han tardado en llegar. Ahora están arribando unos primeros contenedores.

“A nivel de país se tomaron decisiones y se aprobaron recursos financieros para adquirir una cantidad de algodón, que primero se procesa en Gibara, donde hacen el hilo con el que trabajamos. Eso está dirigido a la canastilla destinada a embarazadas de todo el país. Es la producción fundamental de la empresa. Ya comenzamos a producir esos módulos. Además, hacemos frazadas de piso, con otro tipo de materia prima, que también iniciamos”, explicó Reyes Cuba.

Al cierre de marzo lograron reducir un tanto las pérdidas y, si entraba el algodón faltante, en poco tiempo podrían saldar deudas acumuladas.

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A las embarazadas en Cuba se les asegura la canastilla, pero, en no pocas ocasiones, después del parto.

Con los módulos de canastilla, la textilera produce unos 5 000 000 de metros de tejido, cifra bien alejada de aquellas que producían en sus mejores momentos.

“Hace tiempo que no logramos alcanzar el tope máximo de producción. Pero aquí los innovadores hacen un máximo esfuerzo y gracias a ellos logramos mantener las producciones. Porque verdaderamente han pasamos años sin recibir piezas de repuesto para el equipamiento tecnológico”, reveló Reyes Cuba.

Una de las estrategias de la empresa para diversificar los surtidos fue encadenarse con la textilera Desembarco del Granma. Además de los módulos de canastilla y las frazadas de piso, comenzaron a hacer sábanas y sobrecamas. Las importaciones para poder producir están respaldadas por créditos de una casa financiera extranjera. Desde el presupuesto central del Estado se destinan este año más de 7 000 millones de pesos para subsidiar los precios minoristas de un grupo de productos, entre ellos, la canastilla normada que recibirán las embarazadas en Cuba.

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CRÉDITOS:

Autora: Delia Reyes

Fotos: Gilberto Rabassa

Infografía: Félix M. Azcuy

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11 comentarios

  1. Se puede producir en Cuba harina del árbol del pan, yuca, boniato, malanga, papa, maíz, arroz, calabaza, ajonjolí, soja, sorgo para consumo humano. Qué cantidad de posibilidades tenemos en Cuba para hacer harina para la población cubana!

  2. Parece extraño pensar que todo un colectivo de trabajadores de Cuba este equivocado en el funcionamiento económico de las empresas estatales socialistas en Cuba. Las pérdidas económicas de las empresas están relacionadas por un mal manejo de los recursos del Estado por parte de los administrativos de Cuba. Las empresas extranjeras en Cuba ninguna tiene pérdidas económicas.

  3. La planta de algodón se puede cultivar en Cuba para suministrar las materias primas que necesita la industria textil de Cuba, y se logra sustituir importaciones que se encarecen producto del recrudecimiento de las Medidas Coercitivas Unilaterales del gobierno de los EE.UU.

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