Emoción, elocuencia, razón y denuncia protagonizan el Festival Internacional de Poesía de La Habana
Fotos. / Leyva Benítez
La guerra, siempre la guerra,
La ambición y la conquista,
Dolor y muerte a la vista
Ensangrentando la tierra.
El poder siempre se aferra
Y todo lo contamina
Hasta la luz, asesina.
Duele el aire hecho jirones,
No hacen falta otras razones
Para hablar de Palestina.
Con estos versos –los iniciales de una composición más extensa de Waldo Leyva, Premio Nacional de Literatura– empezó la declamación de textos en la cuarta jornada del Festival Internacional de Poesía de La Habana, que se inició el pasado día 26 y que concluye este 31 de mayo de 2025. Ese jueves una de sus actividades ocupó la galería de la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM): el Foro de poetas por la paz.

Según expresó a BOHEMIA minutos antes Alex Pausides, presidente del evento, durante los días transcurridos habían realizado homenajes al Héroe Nacional de Cuba y un encuentro en el Ministerio de Cultura, donde “se abordaron asuntos de género y el tema de los programas culturales”. Asimismo, tuvieron lugar foros sobre literatura y la presentación de Polimnia, proyecto de traducción de poesía cubana al griego, así como la evocación a Pablo Armando Fernández (uno de los fundadores del festival), entre otras acciones.
Para este viernes estaban previstas visitas a instituciones científicas habaneras. Y el sábado “habrá un recorrido por el centro histórico, siguiendo la ruta de los poetas: la estatua de Zenea, la casa de Lezama, la de Casal, el Parque Central, el monumento a Plácido y la casa natal de José Martí. A las cinco de la tarde será la lectura final, en la Plaza Vieja”.
Desde China, Kirguistán, Serbia, Países Bajos, Estados Unidos, África y América Latina viajaron a La Habana personas de disímiles profesiones, pero unidas por cultivar a la par la creación poética.
Este festival, que en la presente edición tuvo como preámbulo recitales efectuados hasta el 19 de mayo pasado en todo el país, cuando los bardos cubanos rindieron tributo a Martí, “tiene la vocación de llevar la poesía a los hombres y mujeres en comunidades, escuelas, centros de trabajo. Y así ha sucedido también ahora”, subrayó Pausides.

La mañana en la biblioteca se inició con una disertación del historiador, poeta, narrador y ensayista Julio César Sánchez sobre Vindicación de Cuba, un texto martiano esencial por su valor histórico y su vigencia innegable.
“Si vamos a hablar de poesía y de dignidad de los hombres, ¿cómo dejar fuera a José Martí?, ¿cómo dejar fuera sus versos centelleantes?”, comenzó el orador. Luego se refirió a la carta del Apóstol publicada en marzo de 1889, en el periódico The Evening Post, como respuestaa sendos artículos difundidos en tal diario y en The Manufacturer, en los cuales se valoraban los pro y los contra de anexar a Cuba a los Estados Unidos; entre los segundos se insistía en supuestos defectos: la incapacidad de los españoles para asumir una democracia, la degradación de los negros, los nativos cubanos en general eran afeminados, débiles, perezosos, poco dados al trabajo; “y para rematar, decían que todo lo divulgado sobre la independencia había sido una farsa –con otras palabras, pero ese es el sentido– y, por tanto, a eso había que buscarle una solución: americanizar a Cuba”, de manera que, transcurrido cierto número de años “la población norteamericana superara a la de españoles, negros y cubanos”.
La réplica de Martí es “contundente, marcada por una ética profunda”. A la acusación de pueblo afeminado contrapone “una relatoría de valor, de virilidad”. Para enfrentar la imputación de que los cubanos son perezosos, detalla cómo ellos han descollado en diversos paíse:s “habla de los directores de banco, de los grandes ingenieros y creadores”. En cuanto a la “parte más indignante”, acerca de la pretendida farsa en torno a la gesta libertadora, recuerda los sacrificios de quienes lucharon sin recibir paga alguna, al igual a los hechos por sus familias en el exilio.
Un mensaje llega a la actualidad y la sobrepasa, recalcó Sánchez: “‘Amamos la patria de Lincoln, tanto como tememos a la de Cutting’. ¿Quién fue Cutting?, un aventurero que estuvo a punto de provocar otra guerra entre Estados Unidos y México”.
Prosiguió el disertante: “Uno da un salto hasta nuestro tiempo y comprende que se encuentra ante el mismo dilema: la supremacía de unos sobre otros”. El asunto no es nuevo, afirmó; “y ahora los gazatíes siendo exterminados ante la mirada del mundo; Gaza es como una cuerda de alambre de púas en la garganta de la humanidad.
“¿Cómo guardar silencio ante tanto crimen? Tengo la necesidad, al hablar de Vindicación de Cuba, de traer nuevamente a José Martí a nuestro escenario y repetir lo que él escribió en ‘Un paseo por la tierra de nos anamitas’ en La Edad de Oro: ‘El mundo es un templo hermoso donde caben en paz los hombres todos de la tierra’”.

A continuación, se hicieron varias donaciones de libros a la Biblioteca Nacional. En primer lugar, el resultado de una labor de décadas; César Toro Montalvo, profesor universitario, fundador de revistas literarias, autor de la serie, en 20 tomos, Historia de la literatura peruana, los entregó a Omar Valiño, director de la BNJM. Al decir de Alex Pausides, se trata de “una obra monumental, enciclopédica”, que coloca a su autor entre “los grandes investigadores latinoamericanos”.
Finalmente se anunciaron las declamaciones de poesías. Como se dijo al principio de la reseña, el primer turno correspondió a Waldo Leyva, quien señaló: “Este poema lo he leído más de una vez y lo seguiré leyendo mientras siga la masacre sobre los palestinos”.

Concluida la última estrofa de Cuánto dueles, Palestina, se escuchó a Marcelo Fagiano (geólogo y profesor argentino), cuya obra, Agua y fuego, mereció el premio en el concurso incluido en el I Congreso Mundial de Poetas por la Paz y la Vida en la Tierra, celebrado en La Habana a finales de enero del actual año.
Tensar salvajes y bestiales palabras
con la cuerda del lenguaje
y lanzarlas como gélido azote sobre el mundo.
[…]
La infancia plena entonando a coro sus derechos
y su pueblo elevado en jubilosa muchedumbre
¿dura una eternidad o su dichosa autonomía
es un sorbo íntegro pero fugaz?
(La pólvora del odio no da respiro
devora cuerpos acumula escombros
tritura con sus mandíbulas toda ilusión).
[…]

Después se alzaron, una tras otra, voces impulsadas por el deseo de que se instauren sociedades donde reine la igualdad, la solidaridad, el respeto mutuo, la paz.