Entre crisis políticas, de seguridad e, incluso, una querella de la vicepresidenta contra él transcurre la gestión del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró en enero pasado un conflicto armado interno en su país. Desde entonces, la tasa de muertes violentas se redujo, según datos oficiales, pero la crisis de seguridad sigue sin estar solucionada y ahora se suma la discordia mediática entre la vicepresidenta, Verónica Abad, y el mandatario.

No existe una foto oficial del presidente y la vicepresidenta. La única instantánea donde están juntos y sonrientes la tomaron luego de inscribir la candidatura, en 2023. Luego, las pocas imágenes de ambos muestran una relación tan tensa que la figura de la vicemandataria ha pasado casi inadvertida todo el tiempo.
La querella entre ambos comenzó inmediatamente después de que la dupla ganó el balotaje en octubre del año pasado. Una vez elegidos no volvieron a hablarse, según aseguró ella en una entrevista reciente.
Tras asumir, uno de los primeros decretos de Noboa fue designarla como embajadora de la paz en Israel, en una misión diplomática inédita para Ecuador y calificada de “inútil” por Abad, pues -asegura- no tiene un papel significativo en el conflicto entre la entidad ocupante y Palestina.
Relegada al otro lado del mundo; lejos de los micrófonos, de los problemas del país, de la ejecución del plan de campaña que elaboraron juntos, la vicepresidenta presentó el pasado 8 de agosto una denuncia contra Noboa, por presunta violencia política de género.
Según Abad, la decisión de confinarla a ese puesto marcó el inicio de una serie de medidas y declaraciones que vulneran sus derechos y buscan presionarla con el propósito de que abandone el cargo y no asuma la presidencia cuando Noboa se postule a la reelección.
También denuncia que el presidente no dispuso su retorno a Ecuador pese a la situación en la Franja de Gaza.
Noboa se presentará oficialmente como candidato a los próximos comicios de 2025 y, según la ley, durante la campaña debe suspender sus actividades al frente del Gobierno y lo reemplaza la vicepresidenta.
Pero Ecuador tiene historia en su aversión política a que una mujer quede al frente del Palacio de Carondelet.
Era 1997 y el entonces presidente Abdalá Bucaram, conocido como “El loco” por sus excentricidades, fue derrocado por el Congreso por “incapacidad mental”. Bucaram huyó a Panamá y Rosalía Arteaga, la segunda al mando, estaba lista para asumir el cargo; sin embargo, el Congreso se lo impidió. En 48 horas, los diputados eligieron al presidente del mismo Legislativo como el nuevo gobernante por el resto del periodo que faltaba.
Ahora Noboa se las ingenió desde el principio para quitar a Abad del camino y, ante sus protestas desde “Israel”, decidió enviarla a Turquía, aunque aún no ha viajado, de acuerdo con un comunicado reciente de la cancillería del país sudamericano.
No obstante, Noboa se defiende y asegura que la denuncia es parte de un plan con el objetivo de dejarlo fuera del poder y asumir la primera magistratura en su lugar.
“Hoy al fin se le cayó la máscara», apuntó el gobernante en una carta a la ciudadanía difundida a través de la red social X poco después de presentada la querella.
A juicio de analistas, si bien Abad alega que enviarla a Israel primero y a Turquía después fue un acto de violencia política contra ella porque la alejó de la escena política ecuatoriana, el mandatario actuó conforme a las potestades que la Constitución otorga al presidente.
Por ejemplo, otros mandatarios le dieron a su binomio tareas acordes a su perfil. Rafael Correa encargó al traicionero Lenín Moreno establecer un programa de ayudas para personas con discapacidad; y a Jorge Glas, le delegó las Telecomunicaciones, dada su formación académica. Mientras, el expresidente de la “muerte cruzada”, Guillermo Lasso, pidió a Alfredo Borrero que supervisara la crisis sanitaria, por ser esa su especialidad.
Todos quedaron siempre dentro el territorio que marca la mitad del mundo, mas a Noboa se le corrió un poco el mapa y le asignó a su vice un trabajo un poco más lejos de Carondelet…
El nuevo episodio se suma a la larga lista de enfrentamientos políticos que vive Daniel Noboa desde que asumió la presidencia.
De hecho, la acusación de Abad recibió el respaldo del expresidente Rafael Correa (2007-2017), que incluso divulgó en su cuenta de X parte de la demanda presentada por Abad.
Entretanto, Noboa ya presentó su compañera de fórmula para la reelección que pretende lograr en 2025. María José Pinto González-Artigas correrá por la vicepresidencia. Ya veremos, si gana, a donde la envía…