Hace apenas unos días, concluyó en el habanero teatro Martí la temporada de El fantasma de la Ópera, espectáculo musical inspirado en la novela del escritor francés Gastón Leroux (1868-1927).

Nuestra memoria se aviva al evocar la riqueza expresiva de esta obra, una de las más famosas de Broadway, con puesta en escena y dirección general de Alfonso Menéndez, regresó a la emblemática institución.

Este relato da fe del juego de seducción entre los intérpretes, pues cautivó a públicos de diferentes generaciones. Ellos quedaron atrapados al ver la idílica historia de amor que recreó el conflicto entre sus tres protagonistas: Erick, el fantasma; Christine Daaé, cantante de origen danés; y Raoul de Chagny, joven noble parisino.

Misterios, secretos, audacias inusitadas lideraron en una historia emotiva, provocadora de un sinfín de emociones difíciles de olvidar.