El nuevo salto

Ilustración: Evelyn Isaac / BOHEMIA

Profundas transformaciones en el sistema de enseñanza en Cuba se están implementando para poner a tono el modelo nacional respecto al actual contexto mundial y ajustado a las peculiaridades propias, según el desarrollo actual en el país y las aspiraciones de nuestra sociedad. Aunque tiene carácter trascendental, previamente el sistema educativo ya había asimilado dos revisiones similares (en 1975 y 1987) que confirman la voluntad de mejoramiento constante de esta actividad social.

El III Perfeccionamiento hace énfasis en cambios y ajustes sistémicos y curriculares, fundamentalmente. Si bien la introducción de conocimientos tecnológicos en la docencia constituye una exigencia priorizada, la doctrina pedagógica cubana se niega a renunciar a sus principios humanistas

Por. / NAILEY VECINO, ALEJANDRA MOREJÓN FUENTES y TONI PRADAS


Semanas después del inicio del curso escolar, todos los alumnos aún evocan las palabras de bienvenida de los directivos y maestros, al igual que el primer canto en colectivo del Himno Nacional en el nuevo ciclo, luego de que durante las vaporosas vacaciones su entonación fuera cambiada por gritos de juegos y alegría.

Mientras madres y padres competían por un espacio privilegiado en el que puedan con sus celulares captar a su hijo o hija en la formación matutina, la bandera patria, izada, volvía a escoltar el sereno busto del Apóstol, ese monumento que marca el kilómetro cero del inacabable camino de la educación en Cuba.

Infinito derrotero, sí, en tanto cada ciudadano de raza, procedencia o género que no importan, desde su primer inicio de clases puede desarrollar un ascendente y eterno proceso de aprendizaje. Para todos los cubanos, la educación representa un derecho humano incuestionable; la ley bien podría haberse escrito con unas pocas palabras robadas de un verso: “Saber no puede ser lujo”.

Seis décadas y media contabilizan la distinción social del esfuerzo institucional de la Revolución, tras echar a andar la maquinaria educativa. Es, digamos rudamente, el afán de industrializar el cultivo del alma. Pero no basta con que los nutrientes del conocimiento fluyan de escuelas y libros: Un buen sistema de enseñanza no podrá autodefinirse de excelencia si no tiene por principio perfeccionar constantemente su didáctica.

Con tales luces fue que los estrategas de la pedagogía cubana, aunque complacidos por el prestigio internacional alcanzado, decidieron mirar con justo recelo y honestidad profesional la efectividad del sistema de educación en uso para proponer nuevas rutas en consonancia con las tendencias universales y particularidades endógenas.

Tras largos períodos de estudios científicos, lograron tener una visión calibrada del fenómeno, en su comparación con las novedades que se van dando en el mundo, incluyendo las especializaciones universitarias.

Sin embargo, nadie piense que se decide con un ucase, o que pasa por un frío juicio estadístico-empresarial. Solo resulta posible aspirar a una profundidad en el conocimiento mediante la investigación científica, si de alcanzar un proyecto transformador se trata.

Un buen sistema de enseñanza no podrá autodefinirse de excelencia si no tiene por principio perfeccionar constantemente su didáctica. / PASTOR BATISTA

Prospección de la civilización

No es poca la responsabilidad que tiene el Sistema Nacional de Educación (SNE) con toda la sociedad y el futuro. De ahí la necesidad de transformarse sin que los cambios deriven en un retroceso a partir de la meseta conseguida. Decía el filósofo Bertrand Russel que los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, representan los guardianes de la civilización.

Para que hoy se esté hablando de una tercera transformación del SNE que procure su perfeccionamiento, resulta preciso saber que no son procesos inmediatos, provocados por chasquidos de dedos que hacen doblar como parteaguas un método con la aplicación de otro nuevo.

Conforme con lo explicado a Granma por la doctora Silvia Navarro Quintero, directora general del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de Cuba (ICCP), en los años 2011-2012 su institución comenzó los estudios teóricos vinculados con ese proceso. Primero se hizo un diagnóstico teórico y empírico. Se elaboraron las bases para desarrollarlo, los principios, las características, los alcances y la manera en que se podía trabajar.

En la entrevista, concedida a la colega Lissy Rodríguez Guerrero, la doctora Navarro Quintero ahondó que entonces se prepararon las metodologías destinadas a los planes de estudio, los programas, las formas en que tenían que confeccionarse los libros de texto, las orientaciones metodológicas. Con todo esto, se convocó a los colectivos de autores que trabajaron de forma intensiva en la elaboración de los primeros materiales.

Asimismo, un grupo realizó estudios comparativos, vinculados con el trabajo de la educación en otros países. “Necesariamente partimos de nuestra propia realidad, porque la educación cubana es sui géneris, pero no puede estar de espaldas al mundo”, acotó la experta.

Aquel diagnóstico, suerte de buscaminas, reveló entre los problemas la sobrecarga de planes y programas, el tiempo insuficiente en la preparación de los maestros y docentes, y la desactualización de materias, sobre todo en Biología e Informática. Al mismo tiempo, repeticiones innecesarias de contenidos e insuficiente flexibilidad para que la escuela pudiera contextualizar el currículo, además de otros aspectos.

Teniendo en cuenta las tendencias de la más novedosa investigación educativa, surgida a raíz de las exigencias del desarrollo de la sociedad, se buscan soluciones por vías científicas a esos problemas que puedan existir.

El doctor Alberto Valle Lima, uno de los desarrolladores del III Perfeccionamiento, asegura que se buscan soluciones por vías científicas a los problemas que pueden existir en el Sistema Nacional de Educación, teniendo en cuenta las tendencias de la más novedosa investigación. / ANARAY LORENZO

Esto esgrime con vehemencia, a pesar de su aparente flema, el doctor Alberto Diego Valle Lima, reconocido científico de la educación que, por experimentado, sus compañeros y colegas se resisten a dejarlo marchar, aún estando jubilado.

Investigador titular del ICCP, funge de jefe del proyecto de estudios de la profundización de la educación en el mayor archipiélago de las Antillas. De hecho, contó a BOHEMIA que también estuvo involucrado en los dos anteriores procesos de transformación del sistema de enseñanza nacional.

De ahí que le parezcan naturales esos cambios. “Salto cualitativo siempre va a haber”, afirma con todo el peso de su experiencia el doctor en Ciencias Pedagógicas desde el año 1987 y antes licenciado en Educación, especialidad de Matemática y Física por la Universidad de Leipzig.

A esa naturalidad responde el III Perfeccionamiento, asevera el también autor de numerosos títulos (Los retos del cambio educativo (1997); La transformación educativa. Consideraciones (2005); Fundamentos teóricos y metodológicos del currículo para la escuela secundaria básica (2006); Modelos importantes para la transformación de la escuela (2007); La investigación pedagógica. Otra mirada (2012); y otros que parecen ser uno solo, por su vocación de transformación.

Según desmenuza, el proceso de evolución que ya está en curso contiene cambios en la metodología, la introducción de nuevos elementos en las aulas y hasta la actualización del material de estudio y consulta de alumnos y profesores.

“Muchas veces los estudiantes saben más de tecnología que nosotros los maestros, por lo que se necesita una mejor capacitación, conferencias y orientaciones”, reclama Suzel Estrada, profesora de la Secundaria Básica Rafael Orejón Formet, del municipio habanero de Boyeros. / cubaeduca.cu

En busca de clases desarrolladoras

A tenor con los apuntes elaborados por el doctor Valle Lima, las doctoras en Ciencias Silvia Navarro Quintero y Silvia García Frías, y la licenciada Ibis Juanes Caballero, el III Perfeccionamiento del SNE se asume como una investigación compleja, debido a la naturaleza de los problemas que se presentan actualmente en la educación cubana.

No hay dudas de eso. Digamos que a Evelyn Fabelo, máster en Educación Primaria y profesora hace más de 34 años en la escuela El Ismaelillo, del municipio capitalino de Boyeros, le preocupa que la mayoría de sus estudiantes del cuarto grado ya tengan teléfonos móviles y consuman las redes sociales.

“Educar a los niños en este sentido se vuelve necesario para mostrarles que algunos contenidos en las redes pueden no ser verdad”, reflexiona. No obstante, reconoce las ventajas de la tecnología, herramienta útil en la enseñanza: “Los maestros también buscamos programas y videos sobre, por ejemplo, hechos históricos que se estén impartiendo en clases. Además de tener su libro de texto, el niño puede visualizar esos contenidos”.

Por su parte, Suzel Estrada, maestra de octavo grado en la Secundaria Básica Rafael Orejón Formet, igualmente del municipio de Boyeros, cree en la necesidad de una mirada más integradora.

“Sería muy interesante poder transmitir esos conocimientos, pero necesitamos una mayor preparación”, admite Estrada. “Muchas veces los estudiantes saben más de tecnología que nosotros los maestros, por lo que se necesita una mejor capacitación, conferencias y orientaciones”.

En materia de tecnologías de información y comunicación, la llegada de las teleclases representó un salto cualitativo en los procesos de aprendizaje. Quizás nunca antes fue más oportuno ese recurso que durante la pandemia por covid-19, la cual desafió al país a continuar la enseñanza en condiciones de confinamiento.

Sin duda alguna, la máster Fabelo puntualiza que la visualización de diferentes programas televisados es muy positiva, porque ayuda al aprendizaje. “El profesor que no lo haga, no llega a tener una clase desarrolladora”.

Mas cree que el avance en lo relacionado con Internet y el uso de tecnologías es insuficiente, consecuencia de la falta de recursos y los problemas económicos por los que atraviesa el país. “Se vuelve necesario el mantenimiento de televisores y computadoras, y otros equipos”, apunta.

En tanto, la profesora de física Suzel Estrada aplaude el buen diseño de las orientaciones metodológicas; sin embargo, lamenta que “la educación cubana no ha podido modernizarse ni avanzar en la enseñanza de las tecnologías”.

Existen instituciones con determinadas fortalezas no bien aprovechadas por los educadores, como los Joven Club de Computación y Electrónica, nacidos para la enseñanza y la recreación, así como los medios públicos de comunicación, entre otros. / JORGE LUIS SÁNCHEZ

La herradura de la educación

El doctor Valle Lima –ya sabemos, tiene el don de otear tendencias y por lo que sugieran estas– se enfrasca en estudios de modelos, modelaciones y otras complejas terminologías que, con un toque de su arte, acaban convertidas en nuevas metodologías.

Tendencia es, para él, seguir investigando sobre la introducción de las nuevas tecnologías. “Hay consenso en que deben penetrar la educación y es importante estudiar, por ejemplo, cómo se va a insertar la robótica, o qué elementos novedosos pueden ser utilizados de acuerdo con nuestros recursos y las posibilidades de desarrollo del país”, expone para los lectores de BOHEMIA.

Va más allá de la introducción de la tecnología, nos alerta el experto, ya que igualmente se debe analizar la metodología: “No es lo mismo un alumno de primaria que de preuniversitario”, asevera Valle Lima, como quien explica la fuerza de gravedad sin apelar a fórmulas físicas.

¿Y cuán evidente pudiera ser la contribución de otras entidades si los programas educativos contemplaran una complementariedad con estas?

Nuestro equipo de reporteros ha detectado que existen instituciones con determinadas fortalezas no bien aprovechadas por los educadores, como los Joven Club de Computación y Electrónica, nacidos para la enseñanza y la recreación. Puede haberse olvidado hoy que ciertas industrias locales, décadas atrás, creaban círculos de interés de su materia laboral en sus espacios, en beneficio del aprendizaje de los educandos, potenciales trabajadores de esos centros en el futuro.

Los propios medios públicos cubanos –BOHEMIA entre ellos– gradualmente perdieron el hábito de “enseñar” y popularizar diversas zonas de la cultura integral, bien fuera la historia universal recreativa o los problemas con soluciones basados en la agilidad mental.

“La pedagogía era la institución, pero antes existía, en torno a esta, una especie de herradura en la sociedad que también brindaba conocimientos. En los medios fue donde mejor se hizo masivamente”, expone con velada nostalgia el doctor Orlando Terré Camacho, presidente del Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios (Comau), un guardián de la civilización.

Terré Camacho considera que si el soporte es entretenido, si el producto seduce y se pone en la tecnología, consigue ser muy beneficioso. “Eso nos lleva a pensar que los modelos de generación de saberes se transfieren desde los que ya históricamente nos habían acompañado: las buenas lecturas, la compra del libro, el leer…”.


Cambios generales en el sistema educativo, en las formas de trabajo y ajustes curriculares, integran las reformas más relevantes que identifican a la más reciente transformación de la educación en Cuba

Seguir leyendo… Perfeccionar es la premisa




El investigador y educador cubano, presidente del Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios (Comau),ofreció sus valoraciones a BOHEMIA

Seguir leyendo… Orlando Terré y la teoría de educar desde el amor

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos