A través de ejemplos prácticos se invita a los lectores a apreciar la riqueza del lenguaje y a reflexionar sobre cómo nuestras palabras pueden influir en nuestras relaciones y en la forma en que percibimos el mundo
Por. / María Luisa García Moreno
En una ocasión anterior escribí que el antiguo calendario romano constaba de 10 meses; pero, por influencia griega, en el siglo VII a. n. e., fueron añadidos enero y febrero como el undécimo y el duodécimo mes del año. En el siglo I a. n. e., con el calendario juliano, pasaron a ser los dos primeros meses. Enero está dedicado a Jano (en latín, Janus), el dios de las dos caras, y dios de las puertas, los comienzos y los finales, a quien el día primero los antiguos romanos ofrecían sacrificios para que bendijera el nuevo año. Del nombre de este dios deriva el del mes, en latín Ianuarius.
Para Cuba, el mes de enero ha devenido, “[…] con la muerte de tres de sus grandes figuras y el nacimiento de nuestro hombre mayor, el mes de las cuatro emes: Mella, Martínez Villena, Menéndez y José Martí”. Así se expresó Carlos Rafael Rodríguez en discurso pronunciado el 27 de enero de 1972.
Julio Antonio Mella –Nicanor McPartland– nació el 25 de marzo de 1903 y murió asesinado el 10 de enero de 1929; fue un carismático líder estudiantil y fundador del primer Partido Comunista en Cuba. Rubén Martínez Villena, abogado, poeta y revolucionario cubano, nació 20 de diciembre de 1899 y murió el 16 de enero de 1934, víctima de la tuberculosis; lidereó la Protesta de los Trece y desempeñó un papel esencial en la huelga general de agosto de 1933, que derrocó la dictadura de Gerardo Machado. Jesús Menéndez Larrondo nació el 14 de septiembre de 1911 y se convirtió en líder de los azucareros; a pesar de que era representante a la Cámara y gozaba de inmunidad parlamentaria, fue asesinado por la espalda el 22 de enero de 1948. ¡Y qué decir de Martí!
Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, escribió: Enero es el mes niño, / el mes capullo, / el mes aurora, / el mes pichón de la esperanza. / […] Por eso con enero vino José Martí / y la clara victoria de Cuba fue en enero. […].
Un enero, el de 1959, nos trajo una fiesta de rostros barbudos y sonrientes, que pusieron fin a la ignominia, conquistaron, a punta de coraje, la definitiva independencia para la Patria. Por eso, a partir de ese enero, la pequeña islita del Caribe tuvo un lugar en la mesa del mundo, lugar que ha defendido, día tras día, con dignidad y heroísmo.



















Un comentario
muy bonito material 😉