La impronta de Fidel en la vida de cuatro periodistas cubanas de distintas generaciones devino homenaje a la figura del líder histórico de la Revolución, a pocas horas de cumplirse ocho años de su paso a la inmortalidad
“La prensa es una fuerza, un instrumento formidable de la Revolución”, consideró en todo momento Fidel Castro al mostrar en los escenarios más difíciles de la Revolución la confianza en la prensa cubana como portadora de la verdad.
Fidel siempre fue un inequívoco defensor de los derechos de las mujeres, y quién mejor que cuatro periodistas de distintas generaciones para rescatar trascendentales momentos de la vida y obra del Comandante en Jefe. Bárbara Betancourt, Katiuska Blanco, Alina Perera y Yunet López Ricardo rememoraron pasajes de la vida y anécdotas personales que dimensionan la magnitud de su figura, historias que no solo resaltaron su carisma y liderazgo, sino también el lado más humano.
Con Girón, la victoria, canción de Sara González preferida por el Comandante en Jefe, interpretada por Annie Garcés, dio inicio el espacio conducido por Randy Alonso Falcón, director general de IDEAS Multimedios y del portal web Cubadebate, que tuvo lugar en el Memorial José Martí y contó con la presencia estudiantes de la carrera de Periodismo y del Colegio Universitario, así como jóvenes pedagógicos y cadetes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Los reporteros presentes rescataron momentos de reflexión y acción del hombre de trascendencia histórica, como la Batalla de Ideas, el paso de huracanes, entre otros eventos y hechos, e insistieron en definirlo como un compañero inseparable de la prensa y un colega más, por la cercanía y preocupación que siempre mantuvo con el gremio.
Alina Perera recordó lo que a su juicio es uno de los pasajes más hermosos y humanos que recuerda sobre él; el pedido que les hiciera a un grupo de periodistas para que recorrieran la geografía venezolana en busca de las historias de vida de aquellos que habían recuperado la visión gracias a la Operación Milagro.
La profunda admiración de Fidel por el ideario del Apóstol también fue abordada por la escritora Katiuska Blanco, al referirse que, a pesar de no haberlo conocido físicamente, fue su más aventajado discípulo.
Yunet López Ricardo, resaltó que, más que un líder y un dirigente, era parte del pueblo, y con su fallecimiento solo dejó de vivir físicamente para comenzar a vivir en el de todos los que tienen el compromiso de la preservación de su legado. “Fidel dejó de ser un hombre para convertirse en un sentimiento”, afirmó la joven.
Igualmente recordó las palabras de Eusebio Leal cuando expresó que en lo adelante, la vida de Fidel dependerá de nosotros.
En el encuentro además se destacó la clarividencia y vigencia del ideario fidelista en la actualidad, pues resulta innegable su visión futura al adelantarse a muchos de los acontecimientos que hoy sufre el mundo, alertas que han quedado plasmadas en cada uno de sus discursos y reflexiones.
Al respecto Randy Alonso comentó: “A Fidel el presente le quedaba tan pequeño que tenía que pensar en el infinito, siempre estaba escudriñando en el drama humano.»
A ocho años de su paso a la inmortalidad, en medio de turbulentos escenarios, su inmenso legado legado moral constituye referente en los profesionales de la prensa, quienes encuentran en su figura un paradigma de dignidad y justicia social.