BOHEMIA conversa con dos diputados de temprana edad, quienes aportan al debate acerca de la implementación del Plan de Acción de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventud, presentado ante el Parlamento
José Martí, siempre preclaro, dijo: “Cuando habla un joven, el alma recuerda dónde se enciende su vigor”. Coincidentemente, muchos en el auditorio de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) pertenecen a las nuevas generaciones.
También ellos forman parte de comisiones encargadas de la implementación del Plan de Acción de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventud, presentado al Parlamento por el vice primer ministro Eduardo Martínez Díaz.
Nadie mejor que los más bisoños para saber cómo avanza esa estrategia, defendida y abrigada desde los inicios de este proyecto social iniciado hace más de 60 años, precisamente, por quienes atravesaban la etapa del verdor de la vida; esa edad, definida también por el Héroe Nacional como la “del crecimiento y del desarrollo, de la actividad, y de la viveza, de la imaginación y el ímpetu”.
Las opiniones de estos diputados fueron lúcidas, en el Cuarto Período de Sesiones, de su X Legislativa. BOHEMIA se acercó a ellos, tratando de profundizar en esos razonamientos.
Yusuam Palacios Ortega, es director del museo Fragua Martiana y presidente de la filial capitalina de la Sociedad Cultural José Martí. Lo caracteriza una modestia infinita y un trato amable, cualidades provenientes de una educación humanista.
Él considera valioso enfocar las acciones hacia quienes atraviesan esa etapa etaria, en saber transmitirles la memoria histórica, valores, la identidad nacional y la cultura. “Esa es la garantía de una adecuada y debida formación, teniendo en cuenta nuestra ideología y principios”, expresó.
Evaluó esos pasos como sustanciales, para lograr los proyectos sociales procurados en Cuba. Acotó que la única manera de seguir teniendo Patria y Revolución, es garantizando la alineación de niños y adolescentes con los principios del Socialismo, teniendo en cuenta el protagonismo y participación activa de ellos en la construcción de esta sociedad.
“Todo eso es necesario formarlo, educarlo, trabajar con integralidad y un enfoque dirigido a lo esencial: la historia y los valores”, explicó Yusuam.
Resaltó asimismo el papel esencial de la escuela, la sociedad, la familia y los medios de comunicación en estas misiones, sin menospreciar el rol correspondiente a los organismos del Estado, a los territorios y sectores sociales, porque en todos están presentes los jóvenes y a todos llegarán también los niños, precisó.
En los amplios pasillos del Palacio de las Convenciones capitalinos conversamos también con Karla Santana Rodríguez, Licenciada en Derecho, una muchacha conocida por haber liderado, tiempo atrás, organizaciones estudiantiles. Hoy trabaja en la Refinería Ñico López, de La Habana.
Luego de un año y medio de ser aprobada por la ANPP la política de la cual hablamos, consideró provechoso que se hayan ahora mostrado evidencias de cuánto se ha avanzado, lo cual es también muestra de la voluntad del Estado y el Gobierno de seguir poniendo a la niñez y la juventud en el centro de su atención.
Al referirse a las propuestas realizadas por ella en el plenario, mencionó la necesidad de priorizar más a quienes cursaron carreras de técnicos medios y obreros calificados, y darles acceso a la enseñanza de nivel superior mientras trabajan. De esa manera pudieran seguir aportando conocimientos al sector estatal, donde son valiosos.
Abogó, además, por la creación de espacios más adecuados en los centros universitarios, destinados a personas en condiciones de vulnerabilidad, tal y como hemos logrado en mayor medida en el nivel elemental.
Aunque reconoció el acceso libre a la enseñanza superior, instó a crear posibilidades de movilidad y medios de educación adaptados a ellos. Puso el ejemplo de la ausencia de bibliografía en el sistema de lectoescritura a través del tacto, denominado Braille, para quienes cursan la maestría en Derecho, y llamó a cubrir esas brechas, más profundas debido al bloqueo de Estados Unidos.
Karla además, considera relevante, alcanzar mayor diversificación del camino a la formación deportiva. Es decir, no sólo quedarnos en la captación de talentos en escuelas primarias, secundarias o torneos, sino también realizarles de forma periódica pruebas de aptitud a los adolescentes con posibilidades.
“La academia pudiera abrir las puertas dos veces al año para dar oportunidad a quienes están en las comunidades y tienen aptitudes, capacidades para ello, porque nuestros mejores atletas han salido de quienes juegan en los barrios”, puntualizó.
Calificó como muy positivas de manera general las acciones acometidas, destinadas a seguir fomentando espacios en los que puedan sentirse realizados los miembros de las nuevas generaciones, siempre con la participación de ellos como protagonistas.
Estas son visiones de quienes desde edades tempranas tienen formación suficiente. A partir de esos atributos, razonan, aportan y trazan estrategias encaminadas a erigir vías por donde transite el porvenir, porque tienen el talento y la fuerza de fundar con sus propias manos el futuro.