Desde el próximo 1° de octubre Claudia Sheinbaum será la primera jefa de Estado en la historia del país
Por primera vez en más de dos siglos de historia México estará dirigido por una mujer. Pocas eran las posibilidades de que el Palacio Nacional de México no albergara una fémina para los próximos seis años, pues la pugna para las elecciones del pasado 2 de junio estaba protagonizada principalmente por el sexo femenino.
Claudia Sheinbaum, abanderada por la coalición Sigamos Haciendo Historia, ganó los comicios presidenciales, con 58.3 por ciento de los votos, según resultados preliminares.
Su más cercana contrincante Xóchitl Gálvez, obtuvo 28.6 por ciento, mientras el otro aspirante, Jorge Álvarez, 10.8 por ciento.
A las urnas acudió entre 60 y 61.5 por ciento de la lista nominal de electores. Claudia, a decir del mandatario Andrés Manuel López Obrador, es la candidata más votada en la historia de México.
Durante los próximos seis años gobernará el país de 130 millones de habitantes, siguiendo el empeño de la Cuarta Transformación, el proyecto político de su antecesor, que dejará el cargo el próximo 1° de octubre y ya anunció que saldrá de la vida pública. No obstante, muchos aseguran que guiará los pasos de Claudia desde la sombra.
Sheinbaum, de 61 años, dos hijos, una maestría y un doctorado, fue alcaldesa de la Ciudad de México y asume la presidencia al frente de la oficialista Sigamos Haciendo Historia, que integran el Movimiento Regeneración Nacional y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista.
La política y científica de profesión se autodefine de izquierdas y siempre contó con el respaldo incondicional de López Obrador, quien la considera heredera de su legado. Precisamente su apoyo fue uno de los principales factores a su favor, gracias a la potente popularidad del actual presidente mexicano.
Sobre él Sheinbaum afirmó en varias ocasiones: «No van a encontrar una confrontación entre el presidente y yo, jamás». Sobre ella, el mandatario aseguró horas después de que la proclamaran oficialmente futura presidenta: “Es una mujer preparada, inteligente y, sobre todo, honesta”.
Las diferencias y similitudes entre Claudia y AMLO han sido temas recurrentes durante los últimos años, sobre todo después de que quedó clara su candidatura por el oficialismo. Muchos afirman que son lo mismo y la consideran un calco del popular y carismático mandatario. Otros, en cambio, consideran que desde su origen hasta su pensamiento político son distintos.
Uno de los lemas destacados de la campaña de Sheinbaum fue «continuidad con sello propio», aunque la ya presidenta ofreció un plan que sigue los parámetros de la Cuarta Transformación, pero con más énfasis en asuntos que a ella le importan: cambio climático y transición energética, por ejemplo.
Con ello, podría marcar su sello propio al mandato y basarlo en su experiencia como científica. Esa posibilidad genera expectativas amplias sobre lo que podría avanzar el país en ese tema, apuntan analistas.
Históricamente, México, con 130 millones de habitantes y 36 por ciento de índice de pobreza, estuvo marcado por la violencia, la corrupción, el crimen organizado, el narcotráfico.
Padece, además, las serias consecuencias de la migración regional, que busca en ese territorio una vía de acceso hacia Estados Unidos, país con el cual comparte una extensa frontera. De hecho, le espera la decisión de un nuevo presidente para el vecino, que a finales de año decidirá entre Donald Trump y Joe Biden.
Con todo eso tendrá que lidiar desde el primer día de su mandato. Además, como primera mujer presidenta, tiene el reto de hacer avanzar la agenda de género y demostrar una forma de hacer política diferente a la cultura machista que todavía permea en la nación.
«Demostramos que México es un país democrático», enfatizó tras ganar los comicios. «Vamos a seguir haciendo cada día un país más justo, democrático, libre, soberano, para seguir construyendo la grandeza de nuestra patria», destacó Sheinbaum.
Descartó la conformación de un gobierno autoritario o represor y manifestó parte de lo que será su hoja de ruta. En lo económico, indicó, no habrá aumentos de precios ni a los combustibles ni a la electricidad.
Para AMLO el final de su mandato tendrá mucha satisfacción. “Voy a poder decir cuando le entregue la banda presidencial: misión cumplida», auguró.