A China y a Cuba las hermanan una variedad de principios y proyectos en beneficio de los respectivos pueblos. BOHEMIA acude a una conferencia de prensa del embajador de Beijing en La Habana
Cada intercambio con la prensa nacional del excelentísimo señor Hua Xin, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Popular China (RPCH) en Cuba, es una tremenda oportunidad para conocer los desafíos y logros del gigante asiático, y sirve de actualización sobre los vínculos entre nuestras dos naciones amigas, generando mucho optimismo y esperanzas de progreso.

Este 24 de octubre 2025 volvió a “cargarnos las pilas”, infundiéndonos confianza en lo valedero de asumir como sistema político y económico al socialismo, cada uno con sus características e historia. De su país habló largo y tendido, colocándonos en las coordenadas de la IV Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, efectuado apenas cinco días antes. En tan significativa reunión se analizó el más reciente XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y se proyectó el próximo.
Mediante sus explicaciones aquilatamos mejor la viabilidad y la efectividad de este tipo de organización, a contrapelo de la demonización que hacen los teóricos capitalistas, quienes denuestan el curso de la economía y la justicia social socialista, que, en el caso chino, no se centran completamente en los mecanismos del mercado. Sobre semejantes planes aseguró: “Constituyen una experiencia clave de la gobernanza de China y también una fortaleza política del socialismo con peculiaridades chinas”.
En un documento facilitado por la embajada de la nación asiática –como complemento a la conferencia de prensa– se ahonda en la trascendencia de ese enfoque de dirección, el cual se adhiere “al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo, implementando cabalmente el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, y aplicando a fondo el espíritu del XX Congreso Nacional del Partido y de las sesiones plenarias de su XX Comité Central”. Así, la RPCH de cara al segundo centenario está abocada a culminar la construcción integral de un poderoso país socialista, moderno, tratando holísticamente la situación general nacional y la internacional.
Indicios hay ya de sobra. El propio Hua Xin dio varias pistas: el producto interno bruto deberá alcanzar este año un récord de 19.7 billones de dólares estadounidenses, y ello sosteniendo la contribución al crecimiento económico mundial en aproximadamente 30 por ciento.

Esos proverbiales logros no existirían sin la impronta del Partido Comunista de China, ni sin su sabia conducción, porque, gracias a ese liderazgo, más la guía del pensamiento socialista, se asegura “la dirección correcta del desarrollo”. Uno, deseado y obtenido también en sus vínculos hacia el exterior. Sobre estos aspectos Bohemia planteó estas interrogantes: “A principios de septiembre, el presidente Miguel Díaz-Canel visitó a China, donde acordó con su homólogo Xi Jinping la orientación estratégica para profundizar y fortalecer la comunidad de futuro compartido. ¿Cuáles son los resultados más importantes en nuestra cooperación práctica durante el XIV Plan Quinquenal? ¿Cuáles son las perspectivas de la cooperación binacional ya en el XV Plan Quinquenal?”.
En cuanto a los dos líderes el diplomático respondió: “Se han reunido en cuatro ocasiones, liderando el rumbo del desarrollo de las relaciones bilaterales de alto nivel y dando un gran impulso práctico a la cooperación binacional. Ambos países firmaron un plan de cooperación en el marco de la Franja y la Ruta, y establecieron un grupo de trabajo conjunto; se han logrado resultados fructíferos en la cooperación práctica en áreas claves como energías, salud, agricultura, ciencia y tecnología e infraestructura.
“Por ejemplo, en el sector agrícola expertos chinos ahora se encuentran en Cuba para brindar asistencia técnica, compartiendo las experiencias chinas en el cultivo de arroz, la cría de gallinas ponedoras, cerdos, y el uso de maquinaria agrícola para ayudar a Cuba a formar personal técnico agrícola. Recientemente el Comité Provincial de Hunan del Partido Comunista de China y el Comité Provincial de Artemisa del Partido Comunista de Cuba firmaron un acuerdo marco para la implementación de proyectos de cooperación agrícola que promoverán la pronta implementación de cultivos de arroz y cría de cerdos”.
Sobre otro asunto de sumo interés expresó lo siguiente: “Y en el sector energético la empresa petrolera CNPC ya lleva 20 años trabajando con Cuba, realizando importantes contribuciones a la exploración de pozos e incremento de la producción de yacimientos petrolíferos y la formación de talentos técnicos. Empresas chinas también están cooperando con Cuba para reconstruir sus tanques de almacenamiento de petróleo en Matanzas. China toma parte activa en la transición energética cubana, combinando la ayuda con la cooperación comercial; ha construido varios parques solares fotovoltaicos en el país”.
En este aspecto particular, el embajador enfatiza: “Estoy convencido de que en los próximos años en cada provincia de Cuba habrá parques solares chinos generando electricidad”. Asimismo, se refirió a otra muestra de apoyo: “La central eléctrica de biomasa Ciro Redondo es una empresa conjunta de China y Cuba que introdujo tecnología china y fue pionera en el uso del marabú como combustible para la generación de energía. Los sistemas solares fotovoltaicos domésticos y las luces LED donadas por China han aliviado la escasez de electricidad en zonas remotas de Cuba”.
En lo relativo al sector del transporte se refirió al autobús chino Yutong, el cual “desempeña un papel importante en el transporte público urbano y el de pasajeros de larga distancia, y el turismo. Un número cada vez mayor de vehículos chinos de nueva energía circulan por las calles cubanas”.
Abordó además un renglón vital: el comercio. De él dijo: “Ambos países también están expandiendo el comercio bilateral, a través de múltiples canales, como vuelo directo, comercio electrónico, participación en ferias bilaterales de importación y exportación; productos cubanos especiales como la miel, la guayaba y el café son populares entre los consumidores chinos”.
En cuanto al futuro inmediato no dejó ninguna duda acerca de los fuertes lazos bilaterales: “Durante el período del XV Plan quinquenal, China está dispuesta a trabajar con Cuba para implementar los importantes consensos alcanzados por ambos jefes de Estado, aprovechar mejor nuestras respectivas ventajas compartidas y profundizar la cooperación en diversas áreas para que la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de alta calidad pueda conquistar nuevos logros”.
El encuentro con la prensa cubana no podía concluir sin una pregunta de rigor relativa a la solidaridad política del gigante chino, esta vez planteada por un colega. Se trata del apoyo de China a Cuba en su lucha contra el bloqueo estadounidense. Nuestro anfitrión, en su sede habanera, aprovechó la ocasión para reiterar el respaldo de China socialista a Cuba votando por 32 ocasiones consecutivas a favor de las resoluciones de demanda del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a por el gobierno de los EE.UU.
Sí, sin duda los avances chinos estimulan a esta pequeña nación enfrascada en iguales sueños de bienestar; los vínculos diversos entre nuestros dos Estados generan optimismo y esperanzas, siempre hacia arriba.


















