Israel se sigue superando en crueldad contra Gaza, Cisjordania y Jerusalén. La ONU sigue mostrando inoperatividad. ¿Hasta cuándo?
Oriente Medio afronta una segura reconfiguración de poderes a partir de la caída del gobierno de Bachar Al-Assad. En dependencia de las alianzas y actitudes asumidas por el nuevo gabinete de coalición de Damasco, se verán las orientaciones y rumbos. Algunos indicios de por dónde parece irán los pasos –y los tiros– ya se aprecian en el terreno y en los mapas. Hasta el presente hay un envalentonamiento del sionismo israelí, el cual, al dejársele vía libre, fortalece sus posiciones dentro de Siria, Líbano, y recrudece la crueldad contra Palestina.

Hubo un tiempo en que Siria se levantaba como bastión contentivo de los apetitos de Tel Aviv en la región por el simple hecho de ser y por sus alianzas con Rusia e Irán, pero al desmoronarse la aparente fortaleza del ejército de Al Assad y la integridad de sus mandos la primerísima víctima es sin dudas el pueblo sirio, con ramificaciones hacia Palestina. Además, la nación levantina servía de nodo para el suministro de armas a los distintos grupos de resistencia, entiéndase Hezbollah y Hamás.
Contrariamente a la narrativa generalizada, los palestinos siguen enfrentados en Gaza a las tropas israelíes, atacando puntualmente posiciones y efectivos. Aun con ese accionar, Hamás ha sido incapaz de detener el genocidio contra la población, cifrado a estas alturas en 45 028 muertes, en su mayoría mujeres y niños, y 106 962 heridos. Ante tal realidad, el grupo militar palestino y su ala política declararon el 15 de diciembre 2024, a través de un comunicado difundido por Al Mayadeen, tener “disposición a apoyar cualquier esfuerzo serio y real encaminado a poner fin al asedio de la Franja de Gaza, aliviar el sufrimiento del pueblo y alcanzar un acuerdo integral de intercambio de prisioneros”.
El mensaje dibuja el panorama actual como una guerra “sin precedentes en la historia moderna”, donde la entidad de ocupación “logró destruir de manera sistemática y criminal todos los componentes de la vida humana y las capacidades de subsistencia de la población gazatí”. Junto con este reconocimiento añade que Israel ha sido “incapaz, con todo su poder, su bárbara máquina de guerra y su ejército fascista, de lograr sus objetivos agresivos”. Se podrá discrepar de tal consideración, pero debe reconocerse la sostenida tenacidad a lo largo de 14 meses. De todas formas, Palestina se aboca al exterminio. Quiero creer existe conciencia sobre esa sombría posibilidad.
La anterior afirmación no se levanta sobre calumnias; el mundo observa la agresividad y la crueldad israelí sin acabar de articular mecanismos para frenarlas. Algunos de ellos pudieran reactivarse; por ejemplo, sanciones financieras o comerciales, envío de fuerzas de paz, etcétera; empero, la permanente justificación estadounidense y occidental sobre el derecho sionista a “defenderse” amarra a la ONU y a otros organismos afines. En honor a la verdad, tampoco hay un posicionamiento rotundo sobre el tema, ni en la región, ni entre los poderes reales de dominación. Por eso es necesario ver las cosas como son: en estos momentos Israel se fortalece hacia el exterior.
La operación militar de la resistencia del 7 de octubre de 2023 favoreció la aspiración sionista de arrasar a los palestinos. Si bien todos los medios noticiosos se concentran en Gaza, los pobladores árabes de la Cisjordania ocupada corren parecida suerte a la de sus hermanos: este 12 de diciembre, el Consejo Nacional Palestino acusó a la potencia extranjera de acelerar sus planes de anexión al amparo de la actual confrontación, y valiéndose de los colonos. Estos últimos, armados hasta los dientes, han confiscado 5 200 hectáreas de tierra en la Ribera Occidental, reportó Prensa Latina. Mientras, la agencia Wafa se hizo eco del abogado Medhat Diba Anexar, quien reiteró lo sabido: “la ocupada Cisjordania es el sueño de muchos ministros y parlamentarios de ese país (Israel)”.
Y es bueno refrescar la memoria: más de 250 000 colonos israelíes viven en la ocupada zona de Jerusalén oriental y otros 500 000 en el resto de la Margen Occidental (Cisjordania), de espaldas a los reiterados reclamos internacionales. Esas áreas deberían ser parte del futuro Estado palestino; entonces de muy poco valen las exhortaciones a desmantelar dichas colonias, ilegales para la mayoría del planeta, incluso aparentemente para los Estados Unidos.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) ha certificado una certeza: el sistema de control impuesto por Israel allí convirtió a la zona en su emporio, al fragmentarla en “un archipiélago de islas dispersas y desconectadas”. Se trata de un plan deliberado, asumido en 1967, cuando Tel Aviv mostró su verdadera cara en su aspiración de borrar a Palestina, tanto del mapa como del imaginario popular.
La anexión de amplias zonas palestinas y árabes (también en Siria) se adecua al Proyecto del Gran Israel. Esta meticulosa planificación trasciende lo simbólico o la megalomanía de un “loco” primer ministro Benjamín Netanyahu; es la raíz del sionismo, cuya expansión está pensada principalmente desde lo económico, pues Palestina contiene reservas de agua, materia fundamental en un área eminentemente árida; por su parte, en el lecho del mar circundante de Gaza yace un considerable yacimiento gasístico, que de explotarse pudiera dar pingües ganancias en su comercio hacia Europa. Asimismo, una vez destruida toda su infraestructura y aniquilada su gente, el territorio se convertiría en excelente activo inmobiliario.
Por increíble que parezca la ONU acordó para junio de 2025 la celebración de una conferencia de paz sobre el conflicto israelo-palestino. ¿Para junio? La tibieza del mayor foro mundial es decepcionante. Quizá se piense lo siguiente: a esas alturas habrá un acuerdo entre Israel y la resistencia. Entretanto, los palestinos siguen luchando y agonizando a manos de un Estado remiso a incorporar en su discurso el vocablo “piedad”; un muy respaldado Estado colonialista, subordinado, eso sí, a la geoestrategia imperial. ¿Habrá Palestina algún día?
4 comentarios
Coincido con el análisis de la autora en casi todo. Sin embargo, me parece que Hamas actuó impulsivamente .Ese ataque, o operación militar , como quiera que le llamen, no tiene justificación . Como no pudieron preveer que el ataque del 7 de octubre iba a generar el genocidio del pueblo Palestino? Eso fue lo primero que se me cruzó por la cabeza cuando escuché la noticia. Y me dije «:Ahora Netanyahu aprovechará la coyuntura para deshacerse de los habitantes y quedarse con todo el país. Lamentablemente, eso es lo que está ocurriendo.
Pq los líderes de Hamas son fundamentalistas y extremadamente impulsivos, sin importar el costo social de sus decisiones. Se sienten protegidos por Irán y Rusia, principalmente Israel, protegido por los EEUU, se siente con el derecho y el deber de responder al los ataques duramente y no cejará hasta demoler Gaza y lo hará, sin importar el costo social que conlleva. Palestina ha pagado caro la no aceptación de los limites fijados por la NNUU en 1948. Es probable que hacia fines de siglo, toda la población Palestina migre hacia Jordania. Ya son 6 países árabes de 22 que han reconocido a Israel. Hacia fines de siglo, lo será por todos. Fin del problema. Un siglo y medio le costó vencer al mundo árabe.
Es el Estado terrorista israelí liderado por los nazisionisionistas que no tienen límites en asesinar para colonizar y expandirse ahí (más aún ahora con la destrucción de la República Árabe Socialista de Siria) y yendo exterminando cada vez más a Gaza y hasta que no quede nada de Palestina. Este pueblo, Palestina, es el que realmente se defiende y hasta el último aliento buscando estar vivo, existir en su historia y su cultura. Tiene que conseguirlo frente a la escoria infernal que no para de asesinar, lo cual no es defensa sino cometer genocidio, que es lo que hace el Estado terrorista fascista de Israel. Son tiempos fascistas éstos en muchas partes y en todos los aspectos de la vida. Es una barbaridad la que ocurre, los judíos que exterminan a Palestina se han vuelto nazis absolutos, barbaridad con la que se quiere convivir en plan democrático por eso de defenderse y por eso de negar, borrar, saltar, hacer falso o reescribir el horizonte verdadero y evidente de los hechos.
La controvertida acción del 7/10 es el pretexto, el genocidio israelí por supuesta defensa sucedería igual impunemente
Las principales potencias adversas con potencial económico y militar tienen las posibilidades de actuar consecuentemente más que con denuncias y apoyo parcial eventual, la humanidad está en peligro