Peligro de golpe blando o magnicidio

El presidente de Colombia alerta sobre ataques institucionales, incluso violentos, en su contra


Gustavo Petro sigue cada vez más arrinconado contra la pared, con las manos amarradas y prácticamente amordazado. Dos años después de asumir el poder, con ansias y propuestas de cambio, y de acabar con décadas de hegemonía de un sistema político que parecía inquebrantable, apenas ha podido avanzar con sus proyecciones y anhelos de transformación.

Le han apretado el cuello hasta no dejarlo respirar y su ahogo sirve a la derecha para afirmar que su gobierno nunca cumplió las promesas de transformar la política y la vida de los colombianos, y que sus augurios se desvanecieron en medio de escándalos, errores y, sobre todo, con una desconexión profunda con las expectativas de quienes alguna vez lo apoyaron.

No obstante, los tantos intentos que ha hecho de reformar la salud, la educación y el sistema de pensiones, estos continúan estancados por esos propios críticos, a pesar de que buscan construir una Colombia más justa.

Solapados proyectos de magnicidio, denunciados por el propio Petro, y acusaciones por presuntas irregularidades en la financiación de su campaña electoral vuelven a poner en riesgo lo que se consiguió en junio de 2022 y que muchos veían como imposible.

El dinero que sustentó su contienda hace más de dos años tiene, según una comisión investigadora del Consejo Nacional Electoral, un supuesto origen espurio y el monto violó la cuota máxima establecida para una campaña a la Presidencia. Aunque constitucionalmente no tiene competencia para juzgar al mandatario (si bien se empeña en repetir que sí), esa entidad elaboró un entramado para propiciar una eventual sanción que sustente la interrupción de su mandato, tal como ha revelado el propio Petro. En su cuenta en X escribió recientemente que “el Consejo Nacional Electoral, con mayoría política de quienes derrotamos en las elecciones, hará un juzgamiento del presidente. Permitir el desafuero constitucional es iniciar un golpe de Estado”, advirtió.

Un detalle sintomático: dos de los magistrados del CNE son cuotas de la extrema derecha y uno de ellos confeso alfil del exgobernante Álvaro Uribe Vélez, tenaz contrario de Petro.

Ante la treta del ente electoral, el jefe de Estado convocó a una movilización popular urgente a su favor, en contra de los políticos, las mafias y los oligarcas.

Y en medio del golpe blando que le llevan preparando hace meses, existe otra estratagema peor… para acabar con su vida. En una alocución reciente al pueblo colombiano denunció los planes en su contra, pero también llamó a un acuerdo nacional.

Según detalló, la alerta sobre los proyectos para atentar contra su vida la recibió de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), a través del embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña. El posible complot para asesinarlo que se gesta debe “cumplir la tarea” antes de finalizar 2024, usando venenos, explosivos o francotiradores.

A pesar de la preparación del magnicidio y del adelanto de mecanismos legales para propiciar un golpe de Estado, Gustavo Petro llamó a resolver los problemas y reiteró que un acuerdo nacional es la única alternativa para resolver las diferencias nacionales.

“Paz es lo que quiero para el país. Hay tres alternativas para Colombia: volver al fusilamiento de miles de jóvenes, centenares de masacres y sangre por doquier; imponer los cambios a la fuerza o lograr la paz dialogando y logrando que los cambios necesarios se hagan de una manera dialogada y tranquila. Yo prefiero la última opción”, señaló el mandatario.

Otro punto negro para su gestión fue el ataque a una base militar que terminó con la vida de dos soldados y dejó heridos a unos 27 en Puerto Jordán, departamento de Arauca, protagonizado por el Ejército de Liberación Nacional.

El esquema de negociación con esa guerrilla estaba congelado desde hacía siete meses y, para colmo de males, no se había podido renovar el cese del fuego que duró seis meses y expiró 45 días atrás, un acuerdo jamás alcanzado por gobierno alguno con ese grupo.

Para no pocos observadores el ataque en Puerto Jordán, donde históricamente tiene presencia la mencionada guerrilla, pone en evidencia la torpeza de esta y la desubicación respecto del momento histórico que vive Colombia con un gobierno progresista y que lo apostó todo a su proyecto de Paz Total.

Otra vez en la ONU

Por tercera ocasión desde que llegó al poder, en agosto de 2023, Petro habló este 24 de septiembre ante las Naciones Unidas. / @petrogustavo

Por tercera ocasión desde que llegó al poder, en agosto de 2023, Petro habló este 24 de septiembre ante las Naciones Unidas. Esta vez condenó las sanciones de Estados Unidos a Cuba y Venezuela, pero no habló de las elecciones del pasado 28 de julio en la nación vecina ni de todo el entramado contra la decisión del pueblo y su legítimo presidente, Nicolás Maduro.

Luego del otrora intercambio de opiniones entre ambos estadistas vecinos sobre el tema, los acólitos antibolivarianos de la región estaban expectantes de una supuesta crítica a la legitimidad del sistema electoral venezolano.

En cambio, Petro empleó sus 18 minutos ante la ONU para criticar la falta de atención de las potencias del mundo hacia los problemas de los países más pobres, además de instar a tomar medidas inmediatas para detener la violencia y enfrentar la crisis climática.

También condenó duramente la criminal guerra que protagoniza el régimen de Israel contra la palestina Franja de Gaza y criticó lo poco que son escuchados los países más pobres en el contexto internacional.

Pese a los frenos, Gustavo Petro supo transformar y romper una supremacía política cimentada, pero realmente está lejos la posibilidad de hacer madurar su proyecto más allá del 7 de agosto de 2026.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos