Declaraciones a BOHEMIA de Eddy Cajigal y Alexander Urquiola, directores técnicos de Santiago y Pinar, respectivamente
Los dos mánagers han afrontado tiempos difíciles. Cajigal perdió físicamente a su hermano y Alexander pasó algunos días con problemas de salud. Son momentos para reponerse, venir de abajo.

Y el destino los puso frente a frente ahora en la III Liga Élite del Béisbol Cubano. Aproveché para conversar con ellos sobre la grama del coloso pinareño.
–Preocupan el pitcheo (PCL: 6.16) y la defensa (32 errores en 19 juegos) de las Avispas.
–Es cierto que no andamos bien en ambos apartados. Estamos tratando de mejorar. En el caso de la defensa, todos los días le dedicamos alrededor de 20 minutos en los entrenamientos mañaneros –dijo el estratega.
En tan solo cuatro innings, los orientales cometieron este domingo cinco pifias. Fueron siete en total al término del compromiso. Demasiadas. De hecho, le costaron el partido.
–¿Puede soñar la afición santiaguera con los play off?
–Claro que sí. Pensamos dar batalla y estar. No importa si somos cuartos y enfrentamos al primero, el lío es llegar. El cruce con cualquiera nos viene bien.
–¿Para esa posible instancia de semifinales, cuáles dos refuerzos pediría?
–Un par de lanzadores. La ofensiva nuestra es muy poderosa. Tenemos muchos buenos bateadores de largo alcance. Son la columna vertebral del equipo.



Urquiola
Del otro lado, Pinar, que tuvo el peor inicio de campeonato, ha ido levantando y ya pelea por los puestos para la postemporada.
–Costó trabajo, pero las aguas han ido tomando su nivel.
–Así es. Son cosas que suceden en el béisbol. No queremos perdernos los play off, por lo que daremos batalla. Sumar victorias ahora es crucial.
–Dos piezas importantes no pudieron estar desde el principio: Alexei Ramírez y William Saavedra.
–Es real. Sus ausencias modificaron el plan que teníamos. Son dos puntales fundamentales de la ofensiva. Pero he recurrido a varios muchachos jóvenes y lo están haciendo bien.
–El mensaje para la afición.
–Que confíen. Como siempre Pinar dará el extra en cada partido.
La fanaticada del Capitán San Luis apoya hasta en los malos momentos. Apenas obvió los pequeños espacios de la grada donde prendía el fuerte sol vespertino por la banda de primera base. Incluso, la famosa “lomita”, una zona en plena calle, más allá del left field, se llenó de espectadores.
Tampoco importó el revés del sábado ante las Avispas 8-3. Se rebelaron el domingo 3-2.
Hay que decirlo, la pelota es una suerte necesaria de entretenimiento para una ciudad en la cual solo ponen la electricidad una hora o poco más al día.