Más de cientos de miles de hijos de La Habana marcan el paso reafirmando la entereza de la nación ante el acoso de los Estados Unidos
“Graba, graba”, decía mientras giraba sus brazos hacia su alrededor. “Esto, esto que ves es Cuba”. Para mayor énfasis definía: “No lo que dicen que somos allá”. Y señalaba un punto imaginario lejos, en el horizonte. Lo vi irse con entusiasmo sin darme tiempo a profundizar en sus palabras, solo a sentir el espíritu de la sentencia, mientras otros compatriotas coreaban consignas por una línea serpenteante de asfalto muy pegada al mar.
Miles, con las más variadas indumentarias, profesiones, peinados, tonos de voces, estaturas, complexiones, pero de similar determinación y juramento volcados en marcha de pueblo: siempre seremos soberanos. No fuimos a pedir, sino a exigir el cese de una beligerancia absurda, ridícula, dictada desde salones ajenos a la grandeza de un país alérgico a arrodillarse: “Tumba el Bloqueo”, “No somos terroristas, sácanos de la Lista”, “Fidel presente”, se expresa con imperativo frente a la embajada de los Estados Unidos en La Habana.
La ciudad volvió a desdoblarse enérgica porque podrán faltarnos muchísimas cosas, pero el sentido de pertenencia, el orgullo por nuestra historia, son constantes. Y funcionan como regla matemática, pues aunque cambies de lugar los factores, el resultado será el mismo. Con los cubanos sucede igual: aun con el fardo de tropiezos y errores, nuestras virtudes, tradiciones independentistas, valores humanos y revolucionarios, intercambiados al derecho o al revés inspiran para persistir en denunciar la política de un gobierno empeñado en desmovilizarnos.
Sí, el tiro les sigue saliendo por la culata. Contra ciertos pronósticos lúgubres, la gente no se quedó en casa: el 20 de diciembre de 2024, más de cientos de miles de habaneros demostramos de la buena madera con la cual estamos hechos. Cambian las modas, las canciones; se sobrepasan angustias, malos ratos; se acerca un nuevo año, y junto a él la convicción de que fuimos, somos y seremos patriotas: nuestra enseña nacional nos impulsa.
Nadie me lo contó, yo lo viví, lo reí, lo respiré.
Contra la pretensión de imponerse en Cuba por la fuerza o la seducción, ¡marcharemos ahora y siempre!
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Marcha del Pueblo Combatiente contra el bloqueo y por la exclusión de Cuba de la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, en la Tribuna Antimperialista José Martí, el 20 de diciembre de 2024, “Año 66 de la Revolución”
3 comentarios
Todos los que marcharon combativos y conscientes soportan sufren las mismas . calamidades consecuencias del bloqueo, De diversas conceptos filosófico, razas religiosos, , estatus y compromiso en la sociedad con sincero y espontáneo fervor patriótico , demostrando al mundo porque nuestra resistencia y firme fortaleza .
«Cambian las modas, las canciones; se sobrepasan angustias, malos ratos; se acerca un nuevo año, y junto a él la convicción de que fuimos, somos y seremos patriotas: nuestra enseña nacional nos impulsa».
SALUD CAMARADAS!!!!!
Ese día luminoso de la Marcha me encontró sumido en la dolorosa espera del último parte de la terapia intensiva del Hospital Fajardo sobre el estado crítico de mi esposa, que fallecería horas después. En momentos de tan desesperada angustia me alivió el corazón tu llamada jubilosa desde el Malecón para trasladarme, ‘en vivo y en directo’ las.mismas emocionadas impresiones tuyas que acabo de leer en esta emotiva crónica testimonio del trascendente suceso. Entonces yo también pude vivirlo con tus palabras, como ahora de nuevo. Gracias María Victoria. También a Jorge Luis por sus excelentes imágenes. Estupenda idea haber incluido el texto de Diaz-Canel.