El 13 de agosto pasado se presentó en Láncara, España, el proyecto Martí ilumina los C años de Fidel, iniciativa de los cubanos residentes en el exterior, mayormente, en Europa. Bárbara Marín Prada, una de sus directivas, conversó con BOHEMIA acerca del homenaje al Héroe Nacional y al Comandante en Jefe
Su amor por José Martí germinó en el hogar. Desde pequeña ha sido intranquila. Su carácter no le “permite estar sentada”; sin embargo, siempre prestaba mucha atención cuando le hablaban o leía alguna obra del Héroe Nacional cubano. Del quehacer de la Revolución ha participado activamente, desde la etapa pioneril, por lo que Fidel le resulta muy cercano.
Precisamente, acerca proyecto Martí ilumina los C años de Fidel, dado a conocer el 13 de agosto último, responde a varias interrogantes de BOHEMIA, Bárbara Marín Prada, presidenta de la Federación de Asociaciones de Cubanos Poblaciones en España (FACRE) José Martí, y directiva de la referida propuesta.

—¿En qué consiste esa iniciativa?
—El proyecto consiste en el homenaje propuesto por los cubanos residentes en el exterior -sobre todo en Europa-, para celebrar los 100 años de Fidel, el joven abogado que no dejó morir al Apóstol en el año de su centenario. Nos propusimos desarrollar un programa de actividades dirigidas a participar en todas las tareas posibles de la tierra que nos vio nacer.
“Surgió este proyecto con tres asociaciones de cabecera: una de España, 100% cubano, cuya dirección llevo yo; una de Holanda, Cuba en mi alma, que lo lleva la licenciada Luz Marina Torres Valiente; y otra en Italia, presidida por Niurka Pico Parra, de Solidaridad Región de Lombardía. Desde que viven en el exterior han estado vinculadas a la ayuda y solidaridad con Cuba.
“Pensamos que un trabajo de homenaje a Fidel nunca podía empezar por algo que no fuera el homenaje a los sobrevivientes de la clandestinidad. Agregamos al proyecto el anexo no. 12, devenido guía. Comenzamos a buscar las conexiones con los compañeros que, en Cuba, atienden a los combatientes de la clandestinidad que aún viven, a quienes traemos nuestro homenaje y respeto, para ratificarles que siempre los tenemos presente.
—¿Cómo coincidieron ustedes tres en esta idea?
—Los días 18 y 19 de noviembre de 2023 estuvimos en La Habana, en la IV Conferencia La Nación y Emigración. Luego, en España, fuimos sede del Encuentro de cubanos residentes en Europa. Ahí recordamos que algo recalcado por Fidel era la atención a la comunidad cubana residente en el exterior. Él se había dado cuenta de la importancia de este acercamiento.
“Tomamos como base ese principio, nos pusimos a trabajar y decidimos que el 13 de agosto, fecha del cumpleaños 98 de Fidel, presentaríamos oficialmente el proyecto, en Lánkara, en la casa-museo Ángel Castro, donde nació y vivió su padre. Tuvimos la visita de René Barrios, director del Centro Fidel Castro, y hubo diversas actividades colaterales. Una compositora cubana, radicada en Estados Unidos, Silvia González Guerra, nos hizo la música para la canción Susurro del Comandante, la letra es mía, y donamos todos los derechos al Centro Fidel Castro.
“Ahí colaboraron otros cubanos; Silvia hizo arreglos. Un músico residente en Panamá también trabajó y no cobró por ello. Hicimos la premier con un mariachi de cinco países latinoamericanos. Fue grandioso. Prevaleció la unidad, la solidaridad Cuba, el apoyo de diversos partidos y la comunidad cubana en acción; estuvo presente Marcelino Medina, embajador de Cuba en España, y muchos otros amigos”.

—¿Cuál es el principal compromiso de esa comunidad, a propósito del centenario?
—Queremos que todos los bustos de Martí miren a su mejor discípulo en la celebración de los 100 años, pero que antes sean reparados -pintura, remozamiento, restauración-; hemos contactado con las personas vinculadas al patrimonio; los ministerios de Cultura y Educación; los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)…
“Sabíamos que esta sería una tarea ardua, muy grande. Y junto con eso, ahora trajimos a la Isla las semillas de las rosas blancas de José Martí. Hemos ido preparando los viveros: en Guantánamo, en Bayamo, se va a crear uno en La Habana, y haremos viveros pequeños en aquellos lugares donde haya tierra o jardines y sea factible.
“Habrá lugares que no tengan busto de Martí, pero la sola presencia de la rosa blanca devendrá gran homenaje a Martí y a Fidel. Al Apóstol porque siempre lo asociamos con el poema Cultivo una rosa blanca, y a la bondad, la pureza y la nobleza a que nos lleva el Héroe Nacional cubano. Y a Fidel, porque lo salvó en el año de su centenario. Lo hizo resurgir y porque el estudio más grande, más lindo y más profundo que se ha hecho del Apóstol, lo realizó él, que supo llevar a la práctica el ideario martiano.
“En nuestro equipo contamos con estudiosos de Martí, como Elsa Vega, quien reside en Islas Canarias; una destacada historiadora, la Doctora Onoria Céspedes Argote, radicada en Ciudad de México. En Cuba, se ha coordinado con la Fragua Martiana, la Universidad de La Habana, los Cinco Héroes; el Ministerio de Relaciones Exteriores, con La Dirección de Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (Dacre), que atiende toda nuestra actividad en el exterior… Creemos que es un proyecto muy humano, solidario, humilde y sencillo, que llama al tributo permanente. Por ejemplo, los Comités de Defensa de la Revolución, allí en la comunidad, pueden contribuir al remozamiento de los bustos y a la siembra de las plantas de rosas blancas.
“La dirección del Instituto de Nefrología aspira a sembrar un jardín de rosas blancas. Solamente. Y nosotros dispuestos a donar las semillas. Aprovecho para decir que todo el que quiera hacer un jardín se las podemos facilitar.
“Este proyecto ha unido a profesionales cubanos radicados en Europa. Lo más lindo de estas acciones solidarias es la entrega, al margen de que no estemos viviendo en Cuba. No sucede solo con profesionales, sino también con deportistas. Por ejemplo, Ana Fidelia Quirot, quien radica en Italia, participa en nuestras actividades. Ocurre igual con artistas y otros de las más diversas especialidades y oficios.
“Ahora llegó una avanzada de ocho personas, pero en febrero viene otra, que quizás tenga más integrantes. Tenemos el compromiso con el Ministerio de la Agricultura de traer semillas de cultivos varios. Ya montamos huertos en el municipio de Cotorro, en una finca que tiene muy buena tierra.
“De manera general, vamos a apoyar a instituciones de salud. Se alista el Instituto de Nefrología para crear un huerto. Estamos seguros de que se irán incorporando más personas e instituciones. Agradecemos profundamente el gesto de todas las personas dispuestas a arreglar los bustos de Martí colocados en sus áreas, del mismo modo que los jardines.
“Pienso que me ha tocado trabajar en una etapa -aunque muchas personas tenemos diferentes formas de pensar o distinta manera de dirigir- en que hemos podido avanzar, porque dan ideas, se han sumado y aportado ideas, en aras de un consenso por acuerdos en los que todos estemos representados. Respetar el criterio de todos en un entorno tan diverso vale mucho. Esta iniciativa es muy grande y en ella prevalece un entusiasmo enorme”.

—Cuénteme de las donaciones a centros hospitalarios.
—Llegamos a La Habana el 24 de noviembre, y el 25 entregamos la donación para los combatientes de la clandestinidad -que la hacemos con regularidad-; más adelante, las del Instituto de Nefrología y el Oncológico, junto con el Hospital Docente Clínico Quirúrgico Diez de Octubre (antigua La Dependiente) y después, el Instituto de Hematología e Inmunología.
“Las donaciones contienen insumos médicos. En esta oportunidad priorizamos material para los cirujanos, como guantes y cepillos, que vienen preparados, jeringuillas, bisturíes, suturas, sondas, bolsas y otros recursos deficitarios.
“En el municipio de Cotorro está el proyecto cultural Soñarte; a los integrantes les hemos traído instrumentos y piezas para ellos. A los ancianos de esas familias también les donamos leche en polvo. Además, como ya sabemos los padecimientos de muchas personas, les traemos parte de las medicinas indicadas para sus padecimientos.
“Nuestro apoyo a ellos comenzó cuando aún los Cinco Héroes estaban presos en Estados Unidos, porque Irma Sechwerer, la mamá de René González, es la directora de Soñarte. La conocimos en Madrid, en plena campaña por la liberación de Gerardo, Antonio, Ramón, René y Fernando. Desde entonces, mantenemos estrechos vínculos. Ella forma parte del proyecto Martí ilumina… y nos ha dado muchas sugerencias para el desarrollo del plan de acción.

“Hay aportes que vienen de muchas personas. De quien menos se espera llega uno. Y queda la posibilidad de seguir ampliando y apoyando, desde este increíble universo de la solidaridad. En las escuelas, por ejemplo, se trata de que sean los niños quienes atiendan los jardines de rosas blancas, y cuiden los bustos del Apóstol, una vez remozados.
“En Bayamo radica un taller que se llama La muñeca negra, un lugar al que debemos poner atención. Allí trabajan unas costureras que enseñan a las niñas a confeccionar la muñeca de José Martí. De la existencia del taller supimos a través de los historiadores de ese municipio de la oriental provincia de Granma.
“En Asturias tenemos una linda brigada de solidaridad; la integran entre 50 y 60 personas, dispuestas a venir para apoyar en la agricultura, y estamos coordinando con los CDR para que ellos puedan visitar el Complejo 28 de Septiembre, que tiene muy buenas condiciones hasta de alojamiento.
“Aquí estamos agradecidos por la atención que nos han brindado, porque la solidaridad es mutua. Pienso que esa ayuda permanente es lo que nos hace diferentes en el mundo”.
—En lo personal, ¿cómo se siente?
—Muy bien, porque yo vengo de una formación revolucionaria desde la cuna. Nací en Santiago de Cuba. A los 14 años ingresé en la Unión de Jóvenes Comunistas. Estudié magisterio. Cumplí misión; siempre he estado vinculada a mi país, pese a estar residiendo en España desde hace 29 años. Siento un gran orgullo por participar en estas acciones solidarias, igual que las personas que me han acompañado. De igual manera, a los que en Cuba nos han abierto lo brazos; a la embajada en Madrid, a los consulados, muy unidos a los cubanos residentes en el exterior.
“Siempre voy a pedir a nuestra comunidad -en cualquier país donde resida- que se sume a estas acciones solidarias, que no olviden sus raíces. Nuestra comunidad es diversa, linda, controversial, con muchas ideas, pero a la hora precisa, se suman por el bien común. Agradecemos también a los medios de comunicación, siempre a nuestro lado”.