Frederich Cepeda: el más valioso de la postemporada. / Roberto Morejón
Frederich Cepeda: el más valioso de la postemporada. / Roberto Morejón

Un solo nombre: ¡Tigres!

¿Se acuerdan que BOHEMIA propuso a Dany Miranda como director del equipo Cuba?


La fiesta no va a tener para cuando acabar en Ciego de Ávila. Se trata de un título muy especial. Primero en Liga Élite, cuarto general, contando los tres de series nacionales (ediciones 51, 54 y 55). Habían pasado nueve años desde la última vez.

Y, además, de manera categórica (4-0). Un equipo que no salía como favorito en el papel ante el vigente bicampeón en series nacionales.

Debemos recordar que tuvieron algunas bajas precompetencia, pero terminaron convirtiéndose en el mejor conjunto de la etapa regular y también en la postemporada.

Un híbrido bien armado con peloteros de otras provincias, gracias a una certera selección de refuerzos, que acabaron respondiendo a un solo nombre: ¡Tigres!

Una de esas figuras, el legendario Frederich Cepeda, elegido como mejor jugador de la postemporada.

El cuarto choque

Denis Laza pegó cuatro vuelacercas en la final. / Roberto Morejón

Este miércoles se cerró el telón de la III Liga Élite del Béisbol Cubano, con la pizarra final del cuarto choque 6-4. Los Tigres quisieron que se acabara antes de lo imaginado.

Volvieron a apostar por una de sus principales armas a la ofensiva, el juego chiquito, y en cada una de las ocasiones les salió bien. De hecho, marcaron a cuenta gotas: en la primera, tercera, cuarta, sexta, séptima y novena entradas, siempre una anotación por inning. La última de ellas diferente, por otro jonrón de Denis Laza, el cuarto de la final para él. Impresionante promedio de uno por partido.

En total los Tigres pegaron 13 imparables, cuatro de ellos extrabases, por 14 de sus rivales, pero en este caso todos sencillos.

La victoria fue para el zurdo abridor Alex Guerra. En 5.1 inning permitió solo seis sencillos, ponchó a tres y le anotaron una sola carrera sucia. Punto de oro por salvamento para Leonardo Moreira, su séptimo de la postemporada, con tres ponches importantísimos ante Osvaldo Abreu, Leonel Moas y Jean Lucas Baldoquín. Lo perdió el derecho Jesús Enrique Pérez.

Cuatro errores al campo de Ciego subieron los decibeles del encuentro. Las carreras que anotaron los Leñadores fueron todas sucias. Cerraron incluso el marcador parcial, aumentaron las emociones, aunque no fue suficiente.

De manera puntual una jugada generó el debate. Interferencia en corrido de la inicial a la intermedia, a mi juicio clara, de Héctor Castillo. Se apeló al replay y fue decretado el out por regla, doble play la acción. Clave, pues era el tercero del sexto capítulo, cuando amenazaban seriamente los locales.

Lo había dicho

En definitiva, esta cuarta sonrisa consecutiva de los Tigres sobre los Leñadores, las dos últimas en suelo tunero para pasar la escoba, son el mejor pretexto para recordar a los lectores que propuse al timonel Dany Miranda como director técnico del equipo Cuba al próximo Clásico Mundial, en un trabajo publicado días atrás en este espacio: “Si de favoritos se trata”.

Una vez Dany Miranda me dijo: “Uno tiene que proponerse metas”. / Roberto Morejón

En ese texto acerté, previo al arranque de las semifinales, en que el duelo por la corona del torneo selectivo sería el que vivimos: Ciego versus Las Tunas. Pero mejor vamos a lo más importante.

Esto me respondió el propio Dany Miranda cuando le entrevisté en la recta final de la etapa regular de la III Liga Élite, en el Estadio Latinoamericano. En esa ocasión titulé: “Uno tiene que proponerse metas”. Y cito textualmente:

–¿Se imagina dirigiendo un elenco nacional?

–Yo fui muy criticado porque una vez, antes de ser mánager en series nacionales, me preguntaron que cuál era mi objetivo. Y respondí eso: dirigir un equipo Cuba. Uno tiene que proponerse metas para alcanzarlas, y esa es la mía.

Sus palabras no solo se quedaron dando vueltas en mi cabeza, sino plasmadas en blanco y negro. Y como BOHEMIA no fue convocada a la cobertura de la final, me imagino, sin poder preguntarle, que en su mente visualiza aún más fuerte el sueño de las cuatro letras, esas mismas que le llevaron a la gloria como atleta en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

De momento toca estimular a su plantilla, como se ha hecho recientemente, con la asistencia a un torneo internacional. Pudiera ser la Serie de las Américas, la Champions League o incluso la Serie del Caribe, eventos programados para inicio del próximo año. Ojo, habría que ser muy preciso si se va a reforzar la nómina original.

Algunos todavía pudieran pensar diferente, aunque por encima de cualquier criterio, Dany Miranda es, cuanto menos, el mánager de moda en Cuba. Felicidades para él, su familia, equipo y pueblo de Ciego de Ávila.

Honestamente, poco a poco muchos, sin haber nacido allí, nos volvimos un poquito Tigres.

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