Investigador con dimensión de héroe
La ciencia es la encargada de descifrar la poesía de la naturaleza. Con ese lirismo, quizás no muy propio de personas que anidan laboratorios y recintos de investigación, se nos presenta este hombre que lleva el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba en el centro del pecho.
Así como Martí escribió que en los libros de ciencia encontraba poesía mayor, Eulogio Pimentel Vázquez concibe que “cuando un científico establece una hipótesis inicia un camino para descubrir la información en lo ignoto, luego el resultado. Ahí está el verso interpretado”.

Camagüey, barrio adentro
Una y mil veces recorre Eulogio los barrios de su niñez: Agramonte, Florat y Villa Mariana, en la ciudad de los tinajones. Lo hace solo o acompañado de sus hijos Rafael, Carlos y Frank, y siempre rememora la infancia ajustada y de austeridad vivida por él y su familia. Cada regreso a la semilla de su tierra natal le reporta emociones y fuerzas.
Fue en esos lugares donde comenzó la formación de esta persona de bien que desde hace más de tres decenios integra el ejército de hombres y mujeres de ciencias.
El embullo o primer enamoramiento por la ciencia ocurrió bien temprano; en ese ambiente de probetas, tubos de ensayo y microscopios donde laboraba su madre, Silveria Margarita Vázquez Xiqués. Entonces el niño se extasiaba con los trajines que encierra la analítica de un laboratorio.
La seducción llegó por medio de asignaturas con talantes de novias. Matemática, Física, Química, Biología…
“Quise estudiar en la Unión Soviética u otro país socialista en los años 80. Me atraían mucho la Física nuclear, la Radioquímica, la Radiobiología. No pudo ser. Entonces me di a la tarea de leer con detenimiento un folleto de orientación profesional, y de pronto vi una especialidad con cuatro matemáticas, cuatro bioquímicas, dos físicas, biofísica, bioenergética…Y me dije: esta me suena”.
La Habana, Camagüey, Barcelona…
Carrera en mano y la Villa de Puerto Príncipe en el corazón partió a la capital. Le esperaba un asiento en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana para estudiar Bioquímica, y la conocida beca de 12 y Malecón por casa. Observar desde lo alto de una ventana el inmenso mar le motivaba sobremanera para iniciar cada jornada.
“Disfruté mucho esos años; asistí a funciones del ballet, de música clásica. Hubo tiempo para practicar deportes.”.
Un lustro pasa rápido. Ya en 1991 está de vuelta en Camagüey. Y qué mejor lugar para empezar que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), conocido por él desde los años de estudiante.
No faltan proyectos de investigación. Ser seleccionado para cursar estudios por un año (1993-1994) en un centro de investigaciones de Barcelona es una oportunidad científica y académica que el bisoño aprovecha y agradece.
“Barcelona significó crecimiento, formación profesional. Uno desarrolla la capacidad de escuchar y respetar otros puntos de vista, y eso se convierte en aprendizaje. Por supuesto, dondequiera que estemos los cubanos nos mostramos como somos. Allí sucedió un episodio que retrata nuestro espíritu. Estamos diseñados para buscar soluciones a los problemas. En una ocasión parecía que no se podía revelar el resultado de un estudio indicado. La tutora llegó a decir: ‘El cubano no va a exponer porque no fue posible contar con los insumos necesarios’. Pedí la palabra y respondí: puedo presentar; busqué alternativas válidas y aquí están las conclusiones…”.
Eulogio pertenece a una generación continuadora del quehacer científico, de los que tomaron muy en serio e hicieron cierto el vaticinio del Comandante en Jefe sobre el futuro de Cuba, el 15 de enero de 1960. De sus profes aprendió, y abrazó la filosofía invencible de Fidel de que lo imposible es solo lo que tarda más en lograrse.
Al regreso de la experiencia en España le espera una nueva responsabilidad: subdirector de investigaciones en el CIGB. No deja de ser un científico de fila dedicado a estudios en plantas, animales y seres humanos.
“Otra etapa interesante, de trabajo intenso. Nos involucramos en proyectos de ingeniería genética en plantas, vacunas veterinarias e inmunoterapias para el tratamiento de enfermedades oncológicas en personas. Las investigaciones tienen el encanto de integrarse, y generar nuevos estudios. Cuando trabajamos en el control de la fertilidad en el ganado vacuno, se hicieron experimentos en modelos de ratones y ratas que derivaron en un candidato a terapia para el tratamiento del adenocarcinoma prostático”.
Este científico tiene dotes de directivo desde un perfil amplio. No por casualidad en el año 2007 le proponen integrar, como secretario, la Comisión Electoral Provincial para los procesos de elecciones parciales y generales. Da su aprobación a la nueva faena.
“Tengo un concepto en la vida. Cuando digo sí a una tarea, no lo sufro; trato de buscar el disfrute de lo que me corresponde hacer. Le puse empeño, ciencia; creé un sistema informático para transmitir datos desde las circunscripciones hacia los municipios. Resultó útil, innovador. En aquella ocasión muchos pensaron que yo era informático de carrera. Luego repetí la experiencia en el año 2010”.
Los acontecimientos suceden aceleradamente. En diciembre de ese año es nombrado director de CIGB de Camagüey; integra el Pleno del Comité Provincial del Partido. En 2013 fue nominado y elegido diputado por Nuevitas, honor que conserva en el presente como representante del municipio cabecera.
“Para dirigir me ayudó mucho venir de la base; tenía un saber de los abordajes científicos, una dimensión de los que es un proceso tecnológico, conocimiento de las buenas prácticas de fabricación… Lo más carente en mí era el conocimiento contable, financiero; lo resolví con cursos de dirección empresarial y administración pública, y al autoestudio. En ese período tuvimos la satisfacción de crecer notablemente en los niveles de exportaciones de uno de los productos emblemáticos del Centro: la vacuna GAVAC contra la garrapata del ganado bovino”.

Desafíos inmensos
De nuevo en La Habana en abril de 2014, ahora como vicedirector del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, a cargo de las investigaciones agropecuarias y la atención a los CIGB de Camagüey y Sancti Spíritus.
Ocurre una novedad. Le confían terminar el proceso de constitución de una empresa mixta con perfil de tecnología agropecuaria en Shangdon, China. Los hechos suceden con prisa; en el verano de 2015 es nombrado vicedirector general, y en diciembre llega el reto mayor: director general.
“Desafío mayúsculo. Sustituir al doctor Luis Herrera, un ícono de la ciencia, creador de la ingeniería genética en Cuba. Solo era posible si dirigíamos en equipo. Y así fue. Las exigencias crecían en lo científico, tecnológico y económico, en un centro distintivo de la ciencia cubana.
“Acontece un hito en la labor de gerencia; por decisión del país dirigí un grupo negociador para cumplir los pasos hasta crear la primera empresa 100 por ciento cubana del CIGB, en Vitoria, perteneciente a la Comunidad Autónoma del País Vasco, España. El Heberprot-P que se exporta a países de altos estándares regulatorios se formula, se llena y se envasa en esa planta.
“Imborrable resulta la primera vez que me reuní con los trabajadores españoles de esa fábrica, en el año 2019. Imagínate en un país donde son diferentes los códigos, los sindicatos, el mercado laboral… La mayor inquietud del auditorio era si la gerencia cubana sería capaz de mantener y hacer crecer la empresa. Y ahí está, seis años después.”

¡Guajiro, salvaron al país!
Si retador había sido el camino recorrido, de repente el listón subió hasta límites insospechados. El año 2020 vino acompañado de la covid-19. La terrible situación se vuelve estímulo para el quehacer científico. Por esas cosas de la vida, desde principios de siglo, el CIGB había creado la primera empresa mixta en la ciudad china de Changchun, con tecnología cubana de interferón que fue transferida hacia allá. Así conocimos del primer uso de ese fármaco frente al peligro aparecido, y se iniciaron los primeros estudios.
“¿Qué hacer ante esta enfermedad infecciosa? Trabajar para crear nuevos usos a partir de productos ya existentes. Una noche me llama el doctor Eduardo Martínez, entonces presidente de BioCubaFarma, y me dice que era necesario reunirnos a las 7:30 a.m. de la mañana siguiente; sumar al Instituto Finlay de Vacunas y a otras instituciones.
“Comenzó diciendo que el presidente Díaz-Canel le había preguntado en qué tiempo se podrían llevar los proyectos de vacunas iniciados a su etapa de evaluación en humanos, y él osadamente le respondió que en seis meses. Añadió: ‘los que crean que no es posible cumplir con esa meta, pueden abandonar la reunión, se entendería el porqué’. Nadie se movió de su asiento. ¡A trabajar día y noche!”.
En plena pandemia Eulogio es promovido a vicepresidente de BioCubaFarma el 31 de enero de 2021, ya concluido el ensayo Fase 1 del candidato vacunal de Abdala. Como parte de los esfuerzos coordinados por BioCubaFarma, el Finlay realizaba los estudios clínicos de sus candidatos de vacunas soberanas en la capital. CIGB con los candidatos de Abdala se fue a Santiago de Cuba, donde, además del apoyo total de las autoridades, ocurrieron hechos punto menos que milagrosos. Un primer paso fue acordar un seudónimo para el candidato: Cachita.
“Lo cierto es que el sincretismo cubano estuvo presente. Sucesos asociados a la Virgen de la Caridad. En medio de Fase 1 fuimos a El Cobre Beatriz Jonhson, la gobernadora en ese momento, la doctora Marta Ayala y yo. Recorrimos el lugar, nos permitieron subir al altar. Cuando el Padre nos recibió dijo: ‘Acabo de oficiar una homilía’. Y nos da el texto que en un párrafo decía textualmente: ‘Que Dios ilumine a nuestros científicos para que logren desarrollar vacunas…’.
“Ese Padre tuvo tanta fe en la vacuna que decidió inmunizarse antes de ser registrada. Luego me dijeron que en un estante de allí, el sacerdote puso un bulbo del producto.
“Utilizamos el sistema analítico ELISA. Una placa con 96 pocillos para incubar el suero de los voluntarios vacunados. Si la muestra tiene anticuerpos que reconocen el virus, hay un colorante que se torna amarillo. Una noche llamé al CIGB y pregunté: ¿qué están dando los resultados? Y la respuesta fue: ¡¡¡Cachita está alborot’a!!!…, la canción de la orquesta Aragón. Las placas del color de la Virgen”.
Tarde noche del 1° de octubre de 2021. Salón de Protocolo de El Laguito. “¡Guajiro, salvaron al país!”. La frase emociona, viene del presidente Miguel Díaz-Canel, mientras le coloca el Título de Héroe del Trabajo. No hace falta decir más… ¡Ay, caray!, a este guajiro no se le sube la fama para la cabeza. Es el mismo que sueña con las calles y plazas de Camagüey; que muchas veces vimos en bicicleta junto a su esposa en gestación y el hijo mayor en un sillín adicional; que hace ciencia con buen humor, y al hacerlo encuentra en ella poesía bella.
3 comentarios
Gente de corazón sano y fuerte.
Mucha salud para él y su familia.
Excelente reportaje para una excelente persona que además es un excelente profesional y cuadro. Felicitaciones
Excelente mi hermano