Las últimas jornadas han acentuado un ritmo que, a lo largo de todo el año, la provincia ha mantenido bajo la determinación de no perder ni un día

A pocos días para que Cuba entera conmemore, desde Ciego de Ávila, los 72 calendarios transcurridos desde que Fidel Castro Ruz y un grupo de compatriotas asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes (26 de julio de 1953), entre los avileños se acentúa el ambiente propio de esa histórica celebración.

No solo la Plaza de la Revolución Máximo Gómez Báez (donde se concentrarán 10 000 personas en la madrugada de este 26 de julio) deviene expresión de tal efervescencia, por medio de labores encaminadas a dejar listos su explanada, el salón de protocolo, las torres de iluminación, jardines y otros espacios.

Áreas aledañas, murales, aceras, calles, parques y otras extensiones del entorno urbano (además de comunidades y asentamientos rurales) son epicentro también de acciones concebidas con motivo de la efeméride.

Especial impacto tienen la rehabilitación integral del Teatro Principal, institución que llevaba alrededor de un lustro sin funcionar y debe quedar totalmente apta para la gala cultural que habitualmente se realiza el 25 de julio en horas de la noche.

Con similar empuje avanzan los trabajos en la emblemática terminal de Ferrocarriles Cuba en Morón, sobresaliente por sus valores patrimoniales y culturales en general.

Por su parte, en el hospital provincial Doctor Antonio Luaces Iraola tienen lugar acciones de alto valor, como la reparación capital de seis salones quirúrgicos, cuya entrada en funcionamiento aliviará la tensa situación que ha venido atravesando el territorio en ese servicio, por el que hoy aguardan más de 3 500 pacientes avileños.

Las imágenes que aquí mostramos, son apenas un ligero acercamiento a ese ambiente que Ciego de Ávila está aprovechando para dignificar la fecha histórica, embellecer su semblante e impulsar obras de sensible impacto social.