En las profundidades

Sobre la apnea estática indaga Luis Miguel Hernández, desde Santiago de Cuba, en Le Contesta Bohemia


En el mundo de la apnea deportiva, la estática se destaca como una disciplina que desafía los límites de la resistencia humana. Consiste en mantener la respiración el mayor tiempo posible mientras se permanece inmóvil en el agua, requiriendo una combinación de técnica, control mental y calma absoluta.

“Aunque, en un principio, pueda parecer entrenamiento físico, el deporte de la apnea se basa principalmente en la relajación mental del individuo, la buena alimentación e hidratación, el fomento de los reflejos mamíferos en humanos, y el entrenamiento en ambientes de hipoxia y de presiones hidrostáticas altas donde los gases se comprimen dramáticamente y el volumen de los pulmones se ve considerablemente reducido’’, explica la Dirección General del Deporte Universitario en el sitio web de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los atletas entrenan intensamente para reducir su consumo de oxígeno y aumentar su capacidad pulmonar, logrando hazañas que parecen sobrehumanas. La apnea estática se practica en dos variantes: con o sin oxígeno previo.

La primera implica respirar oxígeno puro antes de la inmersión, lo que permite tiempos más largos debido al mayor almacenamiento de oxígeno en el cuerpo. La segunda, más desafiante, requiere que los apneítas confíen únicamente en su capacidad pulmonar y control mental para prolongar la inmersión. Ellos describen momentos de tranquilidad absoluta y un profundo sentido de conexión con su entorno. Esta disciplina con su mezcla de desafío y serenidad, continúa fascinando a aquellos que se atreven a explorar el silencio del agua.

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