La resistencia de Hamas se infiltró en el territorio israelí por tierra, mar y aire, lanzando miles de cohetes. Se habla de un fracaso de la inteligencia hebrea ante un hecho sin precedente en los últimos 20 años

Estaban claras las señales; solo había que leerlas adecuadamente, y en eso Israel ha fracasado: un día antes del ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) contra el estado sionista, el 7 de octubre de 2023, en la Franja de Gaza se celebró un festival y un desfile militar por el aniversario 36 del movimiento Yihad Islámica.

Las Brigadas Al-Quds tomaron las calles gazatíes, repletas de júbilo popular y de compromiso hacia nuevas victorias guiada por sus mártires. El secretario general de dicha agrupación militar, el comandante Ziad Al-Nakhalah, celebró que todavía haya patriotas palestinos que lo “están dando todo y sin parar por el bien de una Palestina libre, con Jerusalén como capital”. Por su parte, el miembro del Buró Político del Movimiento, Khaled Al-Batsh, dijo en entrevista con la agencia de noticias Palestine Today que “la exhibición fue un mensaje importante para el pueblo de Palestina en la diáspora y en los territorios ocupados, y para los campos de refugiados, de que la victoria está cerca y que hay una resistencia que no reconoce a la entidad del enemigo sionista y está decidida a enfrentarlo”.

Entretanto, la Agencia Francesa de Prensa (AFP) lo había comentado en una información: “Unos cuatro mil 500 miembros de las Brigadas Al-Quds participaron en la marcha, lo cual preconiza la lucha armada contra Israel”. Sin embargo, de ese lado no hubo reacción. Y hoy el mundo mira atónito y en su mayoría llama al cese de las hostilidades. En ese sentido, Cuba expresa grave preocupación por la escalada de violencia, consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos del pueblo palestino, que, ante la política agresiva y expansionista de Israel, demanda una solución amplia, justa y duradera del conflicto, sobre la base de la creación de dos Estados. (1)

Hay una clara contraposición entre quienes creen que la resistencia palestina es legítima y entre los que consideran la actual escalada hija del llamado terrorismo de Hamas. De ese parecer es un amplio espectro de la prensa, en lo fundamental europea y estadounidense.

Razón de razones

Es preciso puntualizar que ambos sucesos han tenido lugar luego de que, recientemente, se produjera una incursión israelí a la Mezquita de Al-Aqsa, templo sagrado árabe en Jerusalén. Los palestinos insisten en que el lugar fue profanado. Así las cosas, el comandante en jefe de la Brigadas Al-Qassam –ala militar del movimiento Hamas–, Muhammad al-Deif, en relación con la Operación “Diluvio de Al-Aqsa”, afirmó que esta es la respuesta ofensiva frente a la ocupación de colonos sionistas de la ya mentada mezquita de Al-Aqsa y frente al “ultraje que representó que del interior fueran sacadas violentamente nuestras mujeres mientras rezaban».

El sitio digital HispanTV reportó entonces que el jefe del buró político del movimiento Hamas, Ismail Haniyeh, declaró que esta nueva batalla “se extenderá hasta la ocupada Cisjordania y Jerusalén”, destacando que “Gaza borró la vergüenza y el silencio ante los atropellos».

Desde hace varios años es frecuente el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia Israel; lo inédito en esta ocasión es que los combatientes de las Brigadas Al-Qassam hayan capturado 14 tanques Merkava y destruido tres aviones de combate F-16 de Israel. También es un hecho sin precedente el que Hamas haya atacado a la vez más de 50 bases militares del régimen, con la proeza militar de romper las líneas defensivas. Hay, asimismo, centenas de prisioneros entre los soldados israelíes, llevados hasta la franja de Gaza, con lo cual corren la misma suerte que los palestinos, ahora bombardeados por Israel, en la respuesta del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien declaró la guerra total contra los palestinos en lo que denominó la Operación “Espadas de Hierro”. Se cuentan por cientos los muertos de ambos bandos, así como miles de heridos.

Críticas en Israel

La prensa israelí se ha mostrado airada ante lo que juzga   fallo masivo de las labores de inteligencia. Insiste en nombrar como fracaso ese supuesto sexto sentido que el régimen de Tel Aviv arguye tener en relación con la resistencia palestina. En esta ocasión se critica que el gabinete de seguridad hebreo haya “reaccionado siete horas y media después del lanzamiento del ataque de Hamas”.

En las últimas horas se vive un ambiente de pánico en el Estado sionista, puesto que Hamas, tal como reporta Al Mayadeen, “logró un exitoso ataque cibernético a gran escala que dañó las comunicaciones celulares y sus misiles alcanzaron la segunda central eléctrica más grande de Israel». Varios civiles del lado de los colonos hebreos también han muerto, a pesar de que el ataque, según sus promotores, estuvo dirigido contra objetivos militares.

La prensa local, como el periódico Maariv, asegura que la cuestión es sumamente seria, y lo es todavía más porque “muchos no se percatan del alcance de los sucesos”. Otros medios destacan que se trata del evento más estratégico experimentado en la arena palestina, donde ganó el factor sorpresa.

Derecho a la defensa

Mientras, Hamas publicó un comunicado en el que anuncia que “el momento de acabar con Israel ha llegado y que esta operación es una respuesta a las constantes violaciones contra el pueblo palestino”. Afirmó también que “toda cooperación entre las fuerzas israelíes y la Autoridad Palestina se ha acabado”, y que expulsarán a Israel.

A tono con este sentimiento patrio, la cancillería palestina denunció que esta nueva crisis es consecuencia de 75 años de ocupación y hostigamiento ante la mirada silenciosa de la comunidad internacional. Similar respaldo a Hamas –en un hecho poco común, dadas las discrepancias con los islamistas–, el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que su pueblo tiene derecho a la defensa ante los continuos crímenes de las fuerzas de seguridad y los colonos de Israel.

Pasados 50 años

Hace cinco décadas, en medio de las festividades judías del Yom Kippur, Egipto y Siria atacaron a Israel para tratar de recuperar las tierras árabes que el régimen sionista había robado en 1967. Conocida hoy como la Guerra de Octubre, lo que sucedió en 1973 tiene muchas similitudes con la actualidad, por cuanto en ese momento también se subestimó el valor de la resistencia árabe frente al colonialismo descarado de Israel. (2)

El gobierno de Golda Meir minimizó la importancia de las advertencias recibidas y, de ser conocida como una mujer de hierro, se le vio entonces como muy descreída y autosuficiente de sus propias fortalezas. En 1973, Israel recibió más de 400 mensajes e información sobre el momento y los detalles del ataque egipcio-sirio. En lo que respecta a la Agencia Central de Inteligencia yanqui, la CIA, siempre del lado sionista, le advirtió sobre aquel ataque. Todos los consejos fueron desestimados por un exceso de confianza y subestimación del enemigo.

Más adelante habrá que ver si el actual gabinete israelí, inmerso en una colosal crisis interna, fue alertado tempranamente. Lo cierto es que el pueblo palestino ha reiterado su juramento de luchar, tratando de arrinconar a un régimen que lo supera en armamentos y hombres, no así en coraje patrio. Y aunque todavía es prematuro vaticinar cuál será el escenario futuro, se confirma que en la historia los errores de cálculo suelen pagarse caro.