Sin perder tiempo, linieros, especialistas y personal de apoyo del sector eléctrico espirituano y avileño volvieron a poner proa hacia Pinar del Río para resarcir daños causados por Idalia
Más allá de cuantos criterios individuales no favorables pueda haber en torno a ellos, los trabajadores de sector eléctrico siguen mereciendo la más respetuosa reverencia de Cuba entera.
El huracán Idalia ha vuelto a confirmar la verdadera esencia –muy humana, nadie lo dude– de esos hombres e incluso mujeres, que aún bajo condiciones atmosféricas adversas o con la influencia todavía nociva de fenómenos naturales ponen proa hacia zonas afectadas para, sin pérdida de tiempo, emprender labores de recuperación.
Quienes navegan entre redes habrán podido percatarse de la inmediatez con que, también en esta ocasión, fuerzas y medios especializados de la rama eléctrica espirituana y avileña partieron rumbo a la occidental provincia de Pinar del Río, perjudicada por las lluvias y vientos asociados al paso de Idalia. Informaciones de última hora dan cuenta de igual respuesta desde suelo matancero.
La historia, en fin, se repite. A ella, los cubanos estamos más que acostumbrados. Unos le llaman ayuda, otros la ven como refuerzo, casi todo el mundo la interpreta como gesto con profundo sentido humano y solidario.
Más que una tarea, misión u orientación, tal praxis se ha convertido en una especie de hábito cada vez que el país enfrenta situaciones de esa índole.
Tal y como reiteraron Yoanny Acosta Solenzar y Daniel Pérez García, directores generales de las Empresas Eléctricas en Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, respectivamente, la decisión de linieros, especialistas y personal de apoyo, es trabajar donde sea necesario y hasta que la situación lo requiera para restablecer el servicio en las zonas afectadas, sin importar cuantas vicisitudes haya que enfrentar.
De acuerdo con informaciones publicadas por medios de la prensa escrita, radial y televisiva, y sitios digitales, Idalia dejó daños de consideración en las redes y el sistema eléctrico en territorio vueltabajero, por lo que la contribución in situ de otras provincias no solo deviene oportuno sino también estratégico para revertir cuanto antes el panorama actual, en el que varias familias pinareñas aún carecen de electricidad.
