Un total de 70 combatientes y trabajadores civiles de la institución armada en Ciego de Ávila donan su sangre para salvar vidas
Vuelven las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a demostrar, desde la central provincia de Ciego de Ávila, el modo en que mantienen frecuencia directa con los asuntos más sensibles de la nación.
Lo confirma la donación de sangre que, de forma voluntaria, realizaron 70 combatientes y trabajadores civiles de la institución armada, conscientes del valor que tiene tal aporte para salvar vidas humanas en hospitales o para otros usos científicos en el terreno de la medicina cubana.
Mediante ese gesto, los donantes decidieron también saludar las siete décadas transcurridas desde el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes (26 de julio de 1953, en Santiago y Bayamo, respectivamente), acontecimiento de histórica significación que Cuba celebra cada año, precisamente por estos días.
En declaración exclusiva para BOHEMIA, la joven Dailianis Noa Labañino, una de las muchachas que accedió alegremente a extender su brazo, el momento resulta muy estimulante, no solo porque es la primera vez que lo hace, sino también porque coincide con el reconocimiento hecho por el Buró Político del Partido Comunista de Cuba a varias provincias, entre ellas a Ciego de Ávila.
Por su parte el también joven capitán Yoandri Ramírez Pérez refiere con orgullo cómo el colectivo del campamento que él encabeza “vino casi completo”.
Como se recordará, combatientes y civiles de las FAR enfrentaron, junto a personal médico de hospitales e instituciones civiles, los aciagos días de pandemia tras la irrupción de la covid-19 en el escenario nacional, han combatido al mosquito Aedes aegypti, han sudado el uniforme de campaña en labores de higienización de las ciudades, han rescatado vidas humanas durante inundaciones, y han estado presentes en otras tareas y momentos relacionados con la medicina y con la defensa de la salud de la población cubana.
