Cuba solo ganó un partido en el Premier 12. / ROBERTO MOREJÓN
Cuba solo ganó un partido en el Premier 12. / ROBERTO MOREJÓN

Perdimos

Un vistazo a los reveses en 2024


No importa cuando usted nos lea: ¡Perdimos! Es la palabra más repetida de los últimos tiempos cuando nos referimos a nuestro deporte nacional, declarado Patrimonio Cultural de la Nación, que ciertamente, en 2024 extendió por un año más su interminable crisis.

El presente opaca la inmensa historia que nos ha llevado a abrazarlo siempre, incluso en sus peores momentos, como ahora. Quisiéramos llenar de bolas y strikes nuestra revista, pero han sido pocos los elogios y muchas las críticas.

Así que vamos al grano. En 2024, año del aniversario 150 del primer juego de béisbol registrado de manera oficial en Cuba (27 de diciembre de 1874), volvimos a lucir mal en la escena internacional.

Pero antes pongámonos de pie. Aplausos para la pelota a la mano y el béisbol de ciegos. Las muchachas y muchachos del Baseball5 reeditaron su título mundial en Hong Kong y ahora son bicampeones; mientras que un elenco antillano trajo de Reino Unido la corona de la II Copa Internacional de Béisbol para Ciegos.

En cambio, como adelantamos, para la modalidad tradicional no hubo sonrisas. El evento más importante del calendario fue el Premier 12, pues nuevamente no fuimos invitados a la Serie del Caribe.

Nos ubicamos en la oncena plaza y descendimos en el ranking mundial, una vez concluida la lid, hasta la décima.

¿Y cómo dice el coro? Crisis económica; flujo migratorio; escasez de recursos; campeonatos incompletos, postergados o inexistentes; falta de un acuerdo con las Grandes Ligas (parecía ya iba a cuajar y fue roto en su anterior mandato como presidente de Estados Unidos por Donald Trump). Conocidos factores que como estribillo de una pegajosa canción se repiten una y otra vez, e influyen en el deterioro de nuestra querida pelota.

Lo cierto es que más allá de esas realidades, el resultado de Cuba quedó bastante por debajo de lo imaginado. Registramos ¡la peor actuación en esas lides! luego de tres ediciones.

No éramos favoritos, mas, se presagiaba un mejor desenvolvimiento, especialmente porque la preparación fue envidiable, tras un mes de gira por Asia. Y se sumaron figuras de ligas foráneas. No todas las soñadas, pero algunas.

Solo ganamos un partido. Ante Australia con pizarra de 4-3, en la tercera fecha de la primera fase. Caímos frente a República Dominicana 6-1, Corea del Sur 8-4, Japón 7-6 y los anfitriones del grupo B, Taipéi de China 2-0. Números que nos dejaron fuera de la Súper Ronda.

Apenas días antes, otro sueño había quedado a medias. No se pudo reeditar la corona en la VI Copa del Caribe. Un torneo que debimos ganar, a pesar de no haber ido con el mejor equipo.

Regresamos de Nassau, capital de las Bahamas, con la medalla de bronce. Un evento que BOHEMIA vivió de cerca, pues quien escribe este comentario estuvo como enviado especial. Dos derrotas en la fase inicial nos despojaron de la posibilidad de jugar la final. Escuadras inferiores en cuanto a calidad e historia como Curazao e Islas Vírgenes de los Estados Unidos, a la postre campeón y subcampeón, respectivamente, se encargaron de sacarnos los colores del rostro, sobre el terreno sintético del Estadio Andre Rogers.

¡Triste! Y este año no pudimos ni siquiera buscar refugio en categorías inferiores. Los panamericanos sub-12, 15 y 23 años de edad, dejaron a todos sin chance de participar en sus respectivos eventos del orbe. Solo el sub-18 sacó un boleto para el mundial de 2025. Es evidente que debemos empezar por priorizar el trabajo con la base si queremos regresar a planos estelares. Buscar soluciones en casa, emplear mejor los recursos que tenemos y no tener miedo a los cambios.

Solo nos resta recordar que en los torneos domésticos se coronaron Las Tunas en la Serie Nacional 63, y Matanzas en la II Liga Élite.

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