En el Occidente de Cuba todavía las personas se mantienen creando las condiciones para enfrentar los efectos del huracán Rafael con la menor cantidad de daños posible. Como siempre, lo más importante es preservar la vida

A la situación de contingencia económica por la que atraviesa el país se suman los fenómenos naturales de envergadura, como las tormentas tropicales. Están frescos en la memoria los efectos devastadores del huracán Oscar en la región oriental de Cuba, especialmente Guantánamo, con mayores afectaciones en los municipios de Imías, Baracoa, San Antonio del Sur y Maisí. Más allá de los daños materiales –que fueron cuantiosos-, hubo que lamentar la pérdida de vidas, incluidos niños, algo que no es frecuente en el enfrentamiento a estos fenómenos.

Acá, en el Occidente, las familias y colectivos laborales han creado las condiciones para minimizar, en lo posible, los efectos de un huracán que está próximo a alcanzar la categoría 3 antes de tocar tierra –la tarde de hoy- por un punto entre Pinar del Río y Artemisa.

En el Aviso de ciclón tropical No. 10, emitido a las 9:00 a.m., de este miércoles, el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología indicó que el huracán continuó ganando rápidamente en organización e intensidad, con un incremento de los vientos máximos sostenidos hasta 160 kilómetros por hora, y presión mínima central de 964 hectoPascal.

“A las 9:00 de la mañana –precisó- el centro del huracán se estimó en los 21.3 grados de latitud Norte y los 81.9 grados de longitud Oeste, posición que lo sitúa a 75 kilómetros al sudeste de Punta del Este, Isla de la Juventud, a 165 kilómetros al sur-sudeste de playa Cajío, Artemisa, y a 180 kilómetros al sudeste de playa Dayaniguas, Pinar del Río. Este organismo se ha mantenido durante las últimas horas con un rumbo próximo al noroeste y ha incrementado ligeramente su velocidad de traslación hasta los 22 kilómetros por hora”.

Más allá de que algunas faltas de fluido eléctrico se hayan reportado, el sistema de información se ha mantenido, desde la formación de este fenómeno al sur del Mar Caribe, con un seguimiento constante por parte de los especialistas.

Los consejos de Defensa de las provincias y municipios, de acuerdo con los pronósticos de trayectoria, se encuentran activados; de ahí que se hayan adoptado las medidas establecidas en los planes para el enfrentamiento a este tipo de contingencias.

¿Qué es lo más importante? Además de las medidas para preservar los bienes y las vidas, que prevalezca la disciplina.

Las personas conocedoras de que deben ir a lugares seguros, por residir en zonas de inundaciones, o en edificios en peligro de derrumbe, deben hacerlo de inmediato, por su seguridad.

Se ha anunciado que habrá fuertes marejadas en la costa sur central y occidental, con inundaciones costeras de moderadas a fuertes en el sur de las provincias de Sancti Spíritus, Cienfuegos, Matanzas, Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río, así como en la Isla de la Juventud y el archipiélago de los Canarreos.

Como parte de los planes establecidos, y tarea previa de obligación, se debe haber procedido a la poda de árboles que constituyan peligro para los tendidos eléctricos y telefónicos, la desobstrucción de alcantarillados, la limpieza de azoteas, el aseguramiento de puertas y ventanas, tanto en viviendas como en objetivos económicos, y el llenado de depósitos con el agua potable suficiente, en aquellas zonas donde se afecte este.

El cielo ya está bastante gris. Las lluvias se producen a intervalos. Los vientos van cobrando fuerza mientras la gente busca el pan y otros alimentos necesarios para asumir los momentos posteriores al paso de Rafael, y se retorne a la normalidad.