Tal y como sucedió en Pinar del Río, Artemisa, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, las asambleas provinciales del Partido en Ciego de Ávila y Sancti-Spíritus, igualmente presididas por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central y Presidente de la República, acaban de remarcar la capacidad que jamás debe perder la militancia comunista para llamar las cosas por su nombre e ir a la esencia de cada fenómeno, no solo para exponer problemas sino también para propiciar soluciones.

Aunque, en mi criterio, todavía hay quienes al usar de la palabra recuerdan en cierta medida a aquellos balances de organismos o rendiciones de cuenta, es incuestionable que el grueso de las intervenciones se sustentan en la razonable óptica que implica ver, enfocar y abordar integralmente el asunto desde el prisma partidista concreto en cada lugar.

Por ello, la misma objetividad y transparencia con que el informe devela insuficiencias en la producción de alimentos, inestabilidad, atrasos en programas de siembra, violaciones en la relación calidad-precio, impagos, más regresión en el ámbito cañero-azucarero y otras insatisfacciones, halla pista de aterrizaje la voz de delegados como Jorge Maceo y Carlos Blanco, directores de las empresas agropecuarias Arnaldo Ramírez y La Cuba, respectivamente, o el criterio de Yamilka Avilés, quien acapara atención de auditorio y presidencia, al referir lo hecho por el núcleo del Partido y comité de base de la UJC creados en la ahora Mipymes Media Luna, para seguir consolidando resultados, ampliar horizontes de comercialización, incluso electrónicos,  y llegar más a la población.

Aunque en su momento y lugar se hayan realizado análisis, en espacios como el que abren estos balances no puede ser tangencial o faltar la evaluación de causas que deterioran indicadores básicos del programa materno infantil o que elevan la tasa de mortalidad a 13,5 por cada mil niños menores de un año nacidos vivos en territorios como el avileño.

Concentrada en dos temas medulares (rol del Partido en la producción de alimentos e impulso a la economía, así como previsión y enfrentamiento a la subversión político-ideológica enemiga y atención a los jóvenes) la militancia espirituana le exprime zumo también a alrededor de tres horas de examen partidista.

Lo hace Sibeli Domínguez, de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, cuyos trabajadores echan rodilla en tierra frente a adversidades y limitaciones objetivas, para cumplir su cometido, diversificar producciones, acentuar la ciencia y hasta aprovechar más la cascarilla con fines energéticos.

Que empresas de carácter agropecuario como la Obdulio Morales, de Yaguajay, exporten carbón vegetal es algo sin duda positivo en las circunstancias actuales, pero partidistamente hablando es no menos estratégico garantizar su razón principal de ser en el aseguramiento estable de producciones determinantes para la alimentación del pueblo, que pueden, además, sustituir importaciones, generar exportaciones y evitar el nocivo fenómeno de las pérdidas, muy lesivo para unas 25 entidades de Sancti-Spíritus.

Intervenciones al estilo de la realizada por Raquel Gómez, del núcleo de la Fiscalía Municipal en Jatibonico, sintetizarían lo que en varias provincias han alertado militantes del Partido en torno a lo que la organización debe hacer, en todas partes, para exigirles a los directivos administrativos que en su radio de acción se haga un uso correcto de los recursos, haya control sobre ellos e impedir que fluyan por un mercado ya no tan subterráneo, como ocurre en muchos casos, para mal de la economía y de las finanzas del país.

JUVENTUD, TESORO EN VERDAD DIVINO

Como en las demás citas realizadas, tras escuchar atentamente varias intervenciones el Presidente cubano solicita permiso en Ciego y Sancti-Spíritus para, a modo de conversación, puntualizar algunos asuntos de vigente relevancia.

Y no por casualidad -a la par de su alerta frente al cada vez más recrudecido bloqueo imperial y a la necesidad de consolidar de manera permanente la vinculación con la base- Díaz-Canel continúa recalcando el horizonte que de modo impostergable traza la atención y el trabajo con los jóvenes -protagonistas de hazañas como las que emergieron en los momentos más complejos de la pandemia- a quienes, tampoco por azar, la subversión enemiga mantiene directamente en la mirilla.

Con razón, su semblante reflejará sano placer al escuchar lo que en términos de Partido ha logrado el joven Alberto Ortega, en el hospital Roberto Rodríguez, de Morón, quien con apenas tres años como militante pudiera disertar acerca de cuánto es posible hacer en cualquier lugar para crecer con nuevos jóvenes dentro de las filas partidistas o arrastrar entusiastamente al colectivo hacia la solución de problemas que a nadie toca resolver desde fuera, sino allí mismo, con empleo de talento interno y uso de la ciencia.

Unidad y continuidad son dos conceptos estratégicos para la Revolución  –volverá a reiterar el máximo dirigente cubano- pero es preciso asegurar un trabajo verdaderamente efectivo con los jóvenes.  Sin ellos, no habrá continuidad.

Por ello, su llamado convergerá en ir a las esencias de nuestro socialismo, despojarnos de consignas vacías, defender al país con argumentos, con la fuerza invencible de valores que deben ocupar más espacio tanto en redes sociales y sitios digitales como en el entorno presencial cotidiano y público del día a día.

Y coincidirá con Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central, en la fuerza que implica la ejemplaridad de cada militante y de cada dirigente, fortalecer la vida interna, concentrar visión y acciones en temas medulares para la población y para el país desde el entorno de cada organización de base, trascender el plano de la orientación formal para llevar cada tema analizado hasta el final y convertir al núcleo, al comité de base y al colectivo laboral en un ejército de pensadores.

Conforme al estilo de trabajo y proyecciones del Partido, el proceso incluye la elección de nuevos Comités y Burós provinciales de la organización, con la consiguiente ratificación de Primeros Secretarios, como sucede con Deivy Pérez Martín, en Sancti-Spíritus, o la renovación, como decidió la asamblea avileña al elegir para esa responsabilidad a Liván Izquierdo Alonso, luego de reconocer la consagración de Carlos Luis Garrido Pérez.

La agenda tampoco obvia resúmenes como los que en apretada síntesis realizan los miembros del Secretariado del Comité Central Rogelio Polanco Fuentes (Jefe del Departamento Ideológico) y Félix Duarte Ortega (esfera agroalimentaria) para coronar estas dos recientes citas que no concluyen ahí, con el acertado análisis realizado en Ciego de Ávila y en Sancti-Spíritus, de forma respectiva.