Llaman en La Habana a sortear escollos que dificultan la explotación de la tierra, encadenamientos productivos y el desarrollo de un sector vital como el cooperativismo
Bien justificada debe estar la propuesta, cuando alguien intenta sacar a un campesino del surco, o a un emprendedor de su negocio, tal y como como sucedió esta semana, cuando más de 650 delegados e invitados coincidieron en La Habana en la XV Convención Internacional de Cooperativismo COOPERART 2024. El encuentro valió la pena.
Los diálogos eran disímiles entre asistentes de todas las provincias y de 19 países en los pasillos del capitalino Palacio de las Convenciones; durante el encuentro igualmente se mantenían en permanente comunicación con los familiares para conocer del parto de una vaca o si la lluvia benefició las plantaciones del distante terruño.
Vinieron a exponer y aprender, a conocer qué hacen los demás con el fin de aplicarlo, como explicó Lester Pino Orozco, quien preside la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Juan González, en Cabaiguán, Sancti Spíritus.
Las sesiones de debates y clausura los nacionales demostraron la existencia de potencialidades y la necesidad de fortalecer un movimiento, calificado como vital en el desarrollo local y esencial, en pos de lograr la soberanía alimentaria en una nación bloqueada durante décadas por Estados Unidos.
En diálogos con campesinos, académicos, investigadores y emprendedores, este reportero constató la vitalidad de sectores capaces de influir decisivamente en ramas de la economía, la producción agropecuaria, los servicios y en avances sociales, siempre y cuando logren sobreponerse los vencibles escollos, entorpecedores de la labor de quienes hacen parir la tierra y aprovechar bondades de la masa animal.
Para ello es imprescindible mayor apoyo de entidades y estructuras implicadas en esas ramas, apuntalar encadenamientos productivos, facilitar esquemas de financiamiento, propiciar relaciones estables con la academia y llevar a vías de hecho estrategias dirigidas al desarrollo local, que es donde son generadas las riquezas.
Precisamente sobre estos temas insistió el Doctor Carlos César Torres Páez, presidente del Comité Organizador del Congreso, al dar lectura a la relatoría del certamen, en el cual impartieron 13 conferencias magistrales, 154 ponencias y ocho paneles especiales, algunos de ellos de forma virtual.
El joven Carlos César propuso en el documento final potenciar el funcionamiento del Instituto Nacional de Actores Económicos No estatales, encargado de las políticas públicas para del funcionamiento y coordinación de actividades con entidades globales.
Abogó por incrementar inversiones agropecuarias, con énfasis donde mayores rendimientos puedan obtenerse y generalizar programas de educación superior de ciclo corto, destinados a formar técnicos y especialistas.
Convocó a buscar incentivos financieros y tributarios encaminados a beneficiar estas ramas, impulsar capacidades de exportaciones, organizar un mercado mayorista justo, avanzar en el proceso de certificación de renglones, flexibilizar los actos de acceso a la tierra; como compraventas, permutas, donaciones, y propiciar proyectos de turismo de naturaleza y rural.
Las ideas son muchas y diversas, todas devienen fruto del pensamiento de mujeres y hombres que llegaron a la Convención a trabajar, como sucedió con los participantes en el Taller Internacional de Fincas Emprendedoras, cuyos delegados pidieron autorización a las autoridades del Palacio de las Convenciones para continuar los intercambios hasta altas horas de la noche.
El ministro del MINAGRI Idael Pérez, al intervenir en la clausura, insistió en consolidar y diversificar la obtención de alimentos, a partir de recursos autóctonos, tomando como referencia favorables experiencias llamadas a multiplicarse.
En la última sesión, los asistentes conocieron de avances de la Ley 148 del 2022, sobre Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, además de proyectos con acciones y enfoques comunicativos dirigidos a promover esa norma jurídica.
El reto es mayúsculo para quienes tienen sobre sus hombros la misión de asegurar el plato de comida de los miembros de cada núcleo familiar.
Mientras los altos precios de los nutrientes sean generalidad en los mercados, y en momentos cuando gran parte de la canasta básica normada es importada y tarda en llegar a manos de los consumidores, están los surcos por labrar con la inteligencia colectiva de los cubanos creadores de riquezas.
Junto a representantes de casi una veintena de países, estuvieron en la jornada final del encuentro, los integrantes del Comité Central del Partido, Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de la República, y Walter Baluja García, titular de Educación Superior.
También, Idael Pérez Brito, al frente delk Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), Johana Odriozola Guitart, viceministra de Economía y Planificación (MEP), Oscar Luis Hung Pentón, presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) y Yorki Mayor Hernández, Rector de la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca, de Pinar del Río, promotora del cónclave.
Estos organismos, fueron estimulados por el apoyo y auspicio del certamen, además de la representación en Cuba de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, el Proyecto de Cooperación Internacional IRES y el Fondo verde del Clima, la Fundación Escuela Andaluza de Economía Social, Red Latinoamericana de Cooperativismo y el Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, entre otros.
