Todos estamos tan ensimismados con lo que pasa entre los rusos y los ucranianos, el frío invierno en Europa o una probable recesión mundial que hemos relegado otros problemas acuciantes, por ejemplo lo que sucede con los palestinos. Desde septiembre de este año, el coordinador de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, nos viene alertando sobre los enfrentamientos armados en esa zona geográfica.
El ensañamiento de la potencia ocupante parece nunca acabar, lo cual fue denunciado por el presidente palestino, Mahmoud Abbas, a su homólogo Vladimir Putin durante la Cumbre de Asia Central con Rusia, este 14 de octubre. Abbas dijo desconfiar de la mediación estadounidense para “una real solución”, porque los desmanes y el robo de tierras continúan.
Mientras, una nota de la BBC informa que hasta el momento 114 palestinos, incluidos niños, civiles desarmados, como la periodista Shireen Abu Akleh, han muerto violentamente. Se debe añadir la imputación a las autoridades sionistas de torturas y negligencias. Por su parte, la Sociedad de Prisioneros Palestinos acusa a Israel de serios maltratos dentro de sus cárceles, a las que llaman “El matadero”. Hasta la fecha hay encerrados en esos lugares infernales más de 5 000 personas, incluidos 620 menores.
A todas estas, el pueblo árabe sigue resuelto a alcanzar su liberación, propósito respaldado por dos gigantes: China y Rusia, y también por Cuba. Asimismo, el enviado especial de la ONU apunta con el dedo a Israel por su política hostil, la cual solo trae “miedo, odio e ira”. Curiosamente, Tel Aviv calla sobre los prisioneros y su estrategia de colonización ilegal.
Por eso el diplomático de las Naciones Unidas, Tor Wennesland, sigue recalcando la urgencia de cambiar la dinámica sobre el terreno, dada “la fragilidad de la situación”. Tampoco deja de lado los problemas políticos y de seguridad subyacentes, que en su opinión “alimentan la inestabilidad actual”. Beijing y Moscú abogan por una calma definitiva que restituya derechos a los palestinos. Cerraremos esta breve aproximación al caso con una reciente anécdota, reseñada por el diario español El País: “Al tratar de cruzar a Israel para trabajar en la construcción, como a diario, el joven Ahmed Mari no pudo hacerlo porque el lector electrónico y digitalizado que abre la barrera de seguridad, ‘se tiñó de rojo’ al pasar su documento de identidad. Lo triste es que eso va asociado al permiso de trabajo en territorio hebreo. Probó de nuevo, sin éxito, y consultó en el móvil la aplicación del COGAT –el organismo del Ministerio de Defensa que gestiona los asuntos civiles de Gaza y Cisjordania–, para descubrir que habían congelado todos los permisos laborales de los habitantes de la localidad”. O sea, Tel Aviv, junto con el envío de seres humanos al matadero, primero los priva de sus ingresos.
Un comentario
El tema árabe/israelí tiene muchas aristas y al menos 2 versiones. Cuando se produjo la partición de Palestina, en 1948, con la creación del estado de Israel, por parte de la ONU,a Israel le fueron asignados el 52% y Palestina el 48% del territorio palestino. Hay que tener en cuenta que para 1939, los judíos superaban el millón de habitantes en territorios palestinos. Una bomba de tiempo. A fin de evitar una guerra, la ONU prefiririó dividir el territorio palestino. Debido al rechazo árabe de la creación de israel, hoy en día, Israel ocupa el 65% y Palestrina sólo el 35% del territorio en disputa y en la medida que Palestina no reconozca a Israel, seguirá perdiendo territorios. Hasta el día de hoy, sólo 6 país árabes: Egipto, Jodania, Emiratos Ärabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos han reconocido al estado de Israel. Y con el pasar del tiempo, más estados árabes se sumarán al reconocimeinto de Israel. Palestina lucha inútilmente por una batalla perdida. Actualmente de los 193 países estados miembros de la ONU, 164 han reconocido a Israel. Así, llegará el momento que Palestina quedará aislada por parte de todos sus hermanos árabes. Y en ese momento y no otro, Palestina reconocerá al estado de israel. Y comenzará una nueva era para Palestina. Todos deseamos ver a una Palestina libre de conflictos y en desarrollo, por el bien de todos.