Foto./ Pastor Batista.
Foto./ Pastor Batista.

Desde las gradas

Algunas de las cosas que van sucediendo en un estadio de béisbol a medida que el juego avanza


En el estadio suele suceder como aquello de “romper el hielo” cuando comienza una reunión. La tranquilidad inicial va dando paso a un abanico de reacciones.

Por un lado la conga (elemento insustituible ya), aficionados muy apacibles observando cada jugada y otros a punto de perder la garganta animando a su equipo favorito, niños en brazos de mamá o de papá, ancianos recordando sus buenos tiempos, cuando jugaban la “pelota manigüera” con los demás muchachos del barrio… y, para hacer más original el momento, servicio directo a la mano por vendedores de alimentos ligeros con precios pesados.

Si bien es imposible abarcarlo todo, BOHEMIA ofrece algunas imágenes que revelan parte de lo que ocurre en las gradas mientras un inning le cede paso al siguiente.

La juventud se adueña de nuestros estadios. / Pastor Batista.
Con papá, disfrutando el juego. / Pastor Batista.
Hay quienes lograr sosiego total en medio de la algarabía. / Pastor Batista.
No hay estadio ni juego sin conga. / Pastor Batista.
No hay estadio ni juego sin conga. / Pastor Batista.
A mi edad… claro que Sí. / Pastor Batista.
Inclusión quiere decir ¡todo el mundo! / Pastor Batista.
Y estos no saben ni qué equipos están jugando. / Pastor Batista.
Todo el mundo en la pelea: los peloteros en el terreno y los vendedores de alimentos en el graderío. / Pastor Batista.

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