El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en visita de Estado previa a la Cumbre CELAC-UE, agradeció a Portugal el apoyo contra el bloqueo yanqui

Como parte de su peculiar estilo de trabajo, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se acerca a países amigos para insuflar nuevos bríos a las respectivas relaciones bilaterales. En esa tónica se encuentra su visita de Estado a Portugal, donde fuera recibido por su homologo Marcelo Rebelo de Sousa, quien le reiteró el interés de seguir afianzando los lazos entre ambos pueblos.

Entre los momentos significativos se destaca el otorgamiento al primer mandatario de la Mayor de las Antillas de la Orden del Infante Don Enrique en el grado de Gran Collar, una de las máximas condecoraciones de Portugal. A propósito del gesto, dijo sentirse gratamente conmovido y honrado.

Ambos dignatarios sostuvieron conversaciones oficiales. Se reunió asimismo con Augusto Santos Silva, presidente de la Asamblea de la República Portuguesa, ocasión en la que fuera ratificada la voluntad de continuar fortaleciendo los vínculos de cooperación interparlamentarios y estrechar los lazos entre los Grupos de Amistad.

A pesar de eventuales tensiones que se prevén en relación con la Cumbre Celac-UE, Díaz Canel adoptó un espíritu constructivo aprovechando su viaje a Portugal: ¿Por qué es posible señalarlo? Pues en su elogio a la postura intransigente del ente comunitario europeo en contra del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba. En el intercambio con Rebelo de Sousa agradeció a su anfitrión similar actitud digna contra lo que, dijo, “constituye el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país”.

De igual manera, tuvo palabras de enaltecimiento hacia el papel de Lisboa en facilitar el desarrollo del acuerdo de diálogo político y cooperación de Cuba con la Unión Europea (UE), el cual, manifestó, “ha constituido un importante mecanismo para mantener y ampliar los vínculos entre ambas partes”. Por su parte, el mandatario portugués destacó la intención de reforzar los nexos entre ambos pueblos y la cooperación en ámbitos como la energía, la economía digital o la sanidad. (1)

Diversas actividades memorables

Ha habido un detalle significativo de este viaje: la inauguración en la Plaza de la Alegría de la capital, por los dos presidentes, de un busto de José Martí. Otro momento memorable fue cuando el dirigente cubano estuvo en la Cámara Municipal de Lisboa, donde Carlos Moedas, su presidente, le entregó la Llave de Honor de la Ciudad de Lisboa. Al encuentro asistieron líderes de partidos políticos y miembros del Grupo Parlamentario de Amistad con Cuba.

Un instante esperado de este viaje está relacionado con los ya habituales contactos de Díaz-Canel con los cubanos residentes en el exterior. Al encontrarse entre personas de alto sentido patriótico, Díaz-Canel habló de las huellas portuguesas en Cuba: la arquitectura, los azulejos de Viúva Lamego o la devoción por la Virgen de Fátima. Recordó que las tierras de Portugal han sido asiento permanente o temporal para incontables compatriotas, quienes han formado parte de la vida económica cultural y académica de la ciudad de Lisboa sin perder su cubanidad.

En su cuenta de Twiter expresó: “Sobre los esfuerzos para seguir edificando el futuro unidos por la patria conversamos con connacionales residentes en Portugal. Nos llena de satisfacción y confianza tantas muestras de apoyo y afán por contribuir al desarrollo de Cuba entre todos”. Según fuentes de la Presidencia, presentes en el intercambio, se conversó sobre varios tópicos: la actualidad cubana; los efectos económicos del bloqueo recrudecido y la pandemia de covid-19. (2)

En la jornada del 15 de julio de este año, Díaz-Canel departió también amigablemente con un grupo de empresarios lusitanos, representantes de las esferas de la construcción, la producción de envases, la exportación y la importación, la alimentación, las finanzas, el turismo, y la logística. Alabó y agradeció “su trabajo con Cuba y la manera en que participan en los principales planes de desarrollo de nuestro país”.

Expresó además la voluntad nacional de “aumentar en Portugal la presencia de productos nacionales, como los relacionados con la biotecnología, el ron, el tabaco y el carbón”. Y como en otros predios de sus últimos viajes, le tendió una invitación al empresariado portugués a participar en la Feria de La Habana.

La delegación cubana está integrada por Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, y Ana Teresita González Fraga, viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.

CRÉDITO FOTO PORTADA

Otorgan al mandatario de la Mayor de las Antillas la Orden del Infante Don Enrique en el grado de Gran Collar. / presidenciadecuba.cu