Miguel Díaz-Canel y Andrés Manuel López Obrador dieron un paso más para afianzar los nexos bilaterales. De este último encuentro emanaron acuerdos beneficiosos para ambos pueblos y otros que trascienden las fronteras nacionales

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Hace ya algunos años no volvíamos a ser testigos de una confluencia ideológica entre países latinoamericanos y mucho menos con México, Argentina y Brasil —las economías más grandes de América Latina— liderando esa fuerza.

Tampoco, en la historia reciente, los gobiernos mexicanos y cubano se acercaron tanto y afianzaron nexos de cooperación en materia social, económica y política.

No obstante, ambas naciones comparten todo el simbolismo de una relación bilateral que este 2023 cumple un siglo de existencia y en el plano político han sido especialmente intensas desde el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959.

Desde entonces, todos los presidentes mexicanos visitaron La Habana antes de terminar su mandato, incluso los más críticos con Cuba, como Vicente Fox o Ernesto Zedillo. 

Los cubanos guardamos con especial significación el hecho de que México fue el único país latinoamericano en contra de la expulsión de Cuba de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 1962.

Ese gesto se compara con el decisivo respaldo que ofreció el actual mandatario mexicano a La Habana cuando se negó a asistir a la Cumbre de las Américas convocada por Joe Biden en Los Ángeles en 2022 y a la cual no fueron invitados algunos estadistas de la región, entre ellos el presidente cubano.

En dos etapas distintas, dos grandes símbolos que otorgan un sólido valor a las relaciones bilaterales.

Hace algunos días, los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y de México, Andrés Manuel López Obrador, se encontraron por quinta ocasión desde que ambos conducen a sus respectivos países.

En la ciudad de Campeche los amigos conversaron, trazaron estrategias futuras y sellaron una estrecha relación bilateral que va más allá de lo simbólico.

Condecoración a Miguel Díaz-Canel

El majestuoso Altar de la Gran Acrópolis, una de las mayores expresiones de la civilización maya, fue el sitio elegido para patentizar el respeto a Cuba de los mexicanos. Allí Díaz-Canel recibió la Orden del Águila Azteca en grado de Collar.

En mayo pasado, de La Habana López Obrador se llevó en su pecho la Orden José Martí, la más alta condecoración que esta nación ofrece a los verdaderos hermanos.

Tras ser galardonado, el presidente cubano, orgulloso, manifestó sus profundos reconocimiento, admiración e interés por la amplia propuesta transformadora que defienden el pueblo y gobierno de México.

El modelo de relaciones impuesto en la región se agota y es anacrónico, afirmó el anfitrión poco después de galardonar a su invitado. “Es tiempo de expresar y explorar otra opción, la de dialogar con los gobernantes de todos los países, en especial con los estadunidenses, convencerlos de que una nueva relación es posible”, afirmó.

Signo de los nexos actuales entre México y Cuba, un prolongado abrazo entre ambos selló la nueva era en las relaciones bilaterales

La Orden del Águila Azteca en grado de Collar es la más alta distinción entregada a extranjeros en ese país y reconoce servicios prominentes prestados a la nación mexicana o a la humanidad.

Según el artículo 40 de la Constitución, se otorga en varios grados y, al tratarse de un jefe de Estado, a Díaz-Canel le correspondió el de Collar.

Líderes de talla mundial, como el Comandante Fidel Castro, Nelson Mandela y Luis Inacio Lula Da Silva, ostentan el galardón.

El eterno líder de la Revolución Cubana la recibió en 1988, de manos del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Acuerdos bilaterales

La cooperación ha sido especialmente intensa en temas de salud, con la llegada a México de personal médico y el uso de la vacuna cubana contra la Covid-19.  Hoy, más galenos de esta isla, principalmente especialistas, cuidarán del bienestar de los hermanos mexicanos.

Uno de los programas sociales más eficaces puestos en práctica por el gobierno azteca, Sembrando Vida, también prevén implementarlo en Cuba.

En otro tramo del recorrido oficial los mandatarios supervisaron los avances del Tren Maya, que igualmente cuenta con la colaboración cubana.

Más de 20 mil toneladas de balasto, una piedra utilizada en la construcción, llega desde el vecino antillano.

Cuando comience la comercialización, en su primer mes, deben manipular 90 mil toneladas de piedra, cifra que se incrementará por etapas. La piedra procede de la cantera de Arriete, en el municipio cienfueguero de Palmira. El rajón es un tipo de piedra caliza que normalmente se usa para mejorar el suelo antes de fundir la estructura de pavimento.

El Tren Maya, megaproyecto del gobierno de AMLO, consiste en una línea ferroviaria de pasajeros y de carga. Está en desarrollo desde 2018, debe inaugurarse en diciembre próximo e iniciar sus operaciones a principios del año siguiente. Tiene entre sus objetivos, según informó el gobierno de López Obrador, restaurar la conectividad de áreas naturales, favorecer la conservación de los ecosistemas y los servicios ambientales, fomentar la producción agrícola y ganadera, incrementar el turismo e impulsar actividades económicas que hagan un uso menos intensivo del suelo y de los recursos naturales.

Más tarde, durante la reunión bilateral, López Obrador propuso a Díaz-Canel que México encabezara un movimiento más activo para unir a todas las naciones y defender la independencia y soberanía cubanas.

“Nada de darle trato de país terrorista o ponerlos en la lista negra de supuestos terroristas. Es un pueblo y un gobierno profundamente humano”, aseguró el mandatario mexicano.

México, comprometido como siempre con esta isla caribeña, llevará a todos los foros la demanda de levantar el bloqueo comercial a Cuba y su eliminación de la lista de países que estimularían el terrorismo, tanto al G-20 como a la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac), y la Unión Europea.

Cumbre presidencial progresista

Este encuentro no solo fue beneficioso a nivel binacional. Ambos estrategas propusieron convocar a una cumbre de países progresistas para reunir todas esas posiciones sociales de avanzada que resurgen en esta América de todos.

Aunque todavía es prematuro anunciar detalles, el cónclave estaría presidido por Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile, Honduras, entre otros estados, y trataría temas como seguridad alimentaria y bienestar u otros prioritarios para la comunidad.

La integración de los dos países en una visita de poco más de 24 horas fue visible y trascendió el encuentro.

La nación azteca y la isla caribeña cierran filas. López Obrador hace suyo uno de los lemas que mantuvo la nación azteca vigente durante décadas: “al defender a Cuba se defiende también a México y sus principios”.