La cultura, en la más amplia acepción del concepto lidera durante el verano en todo el país. El mejor modo de disfrutarlo consiste en cambiar las actividades que realizamos a diario; se trata, sobre todo, de romper las rutinas establecidas. De ahí la importancia del proyecto Rutas y Andares, organizado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Al pensar el hecho recreativo mediante diferentes maneras, captamos con nuestro lente a la urbe en Museos y espacios públicos, donde generaciones pueden multiplicar las alternativas de recreación.

Adentrarnos en la vieja ciudad es encontrar la esencia de cinco siglos de historia, entre muros añejos, columnas coloniales y adoquines por donde ha transitado el tiempo. Sin duda, La Habana, vetusta y acogedora, continuará imponiéndose con la realidad de sus calles cálidas, húmedas y tropicales y sus propuestas visuales que redescubrimos en cada andar.