Por J. L. Díaz

En Constelaciones Martha Pérez Viñas nos ofrece su noción del cosmos. O casi mejor, nos permite escucharlo, gracias a unos lienzos breves, abstractos, que de la inmensidad a la que hacen referencia conducen a esos otros mundos que llevamos con nosotros.

Exhibida en la galería Espacio Abierto, de la revista Revolución y Cultura, la muestra despliega tres murales, compuestos cada uno por varias piezas o pequeños cuadros, los cuales representan diversas etapas: Génesis, Progresión y Expansión.

La artista, de formación autodidacta, incorpora a sus trazos pictóricos (a veces gruesos y sueltos; otros, sutiles) elementos artesanales, propios de las habilidades de las costureras. De ese modo propone equivalencias entre lo que nuestros ojos ven al escrutar el cielo –la Osa Mayor, la Menor, Tauros, Centauro, Escorpión…– y las constelaciones que surgen al entrelazar “los lunares y marcas que casi todas las personas tenemos”. Según sus palabras, tales señales, e incluso las arrugas o los pliegues de la piel, al ser observados, sugieren “dibujos hermosos, fantasiosos, geométricos”.

A algo más apuntan estas creaciones de Martha Pérez Viñas: a la espiritualidad humana.