El equipo Cuba se coronó en la I Copa Mundial de Beisbol 5.
El pasado 22 de septiembre dedicamos algunas líneas en este mismo espacio al III Campeonato Nacional de Beisbol 5, y le catalogamos entonces como Un deporte familiar, debido al enorme parecido que posee con el popularmente conocido como cuatro esquinas o pelota a la mano, practicado en todos barrios cubanos por la mayoría de los nacidos en esta Isla, al menos en algún período de nuestras vidas.
Y esa cercanía social nos trajo éxitos en el deporte que fuera presentado al mundo de manera oficial en 2017 en La Habana, específicamente en el parqueo del Estadio Latinoamericano, cuando muy pocos imaginaban que llegaría a este nivel.
En definitiva los cubanos nadaron en su salsa. Alzaron el título en la I Copa Mundial de la joven disciplina, en medio de una fiesta que transformó a El Zócalo, ubicado en el centro histórico de la capital mexicana, sitio por el cual la selección antillana transitó invicta tras cerrar con victoria en la final ante Japón en dos match, con pizarras de 9-1 y 6-2. Asimismo, a título personal el cubano Briandy Molina recibió el premio como jugador masculino más valioso, además conformar el equipo Todos Estrellas del certamen.
Penosamente, la atleta Eliani Castellanos abandonó la delegación la noche antes del compromiso definitivo por la medalla de oro. Pero a pesar de su incumplimiento, los nuestros supieron reponerse y sacaron la victoria final. Por tanto, se quedan cortas las palabras de halago para el equipo campeón.
Una curiosidad: los cubanos lograron el primer triple play en la historia de estos torneos (ante Hong Kong).
Se trata del mejor resultado en materia beisbolera de Cuba allende nuestras fronteras en el año que casi culmina, sin olvidar la medalla de plata que hizo suya la armada Sub-15, después de entregarlo todo en un evento de beisbol convencional, como fue la V Copa Mundial de la categoría, que también tuvo su sede en México, pero en este caso en la capital del estado de Sonora, Hermosillo.
Sobre el Beisbol 5 también debemos agregar que pudiera incluso convertirse en un futuro no tan lejano en parte de la agenda de eventos múltiples, tal vez en los próximos cuatrienios, por su dinamismo y la fiesta que constituye, pues es todo un espectáculo que se acompaña de música y baile en las gradas. No dudemos, esta disciplina atrae a los jóvenes, por lo que seguramente está bajo la lupa del Comité Olímpico Internacional. Recordemos la inclusión en Tokio 2020 de otros con esa característica como surf, escalada y skateboard, a los cuales se unirá el breakdance en la próxima cita bajo los cinco aros, París 2024. Así que sigamos en sintonía y juguemos ¡a la mano!
