Por. / María Luisa García Moreno
Durante el régimen colonial español, en la ciudad de Santiago de Cuba, la principal fortaleza militar era el cuartel Reina Mercedes, a cuyo lado estaba el hospital militar Príncipe Alfonso. Con la República neocolonial burguesa su nombre fue cambiado en homenaje al mayor general mambí Guillermo Moncada, quien en sus celdas había guardado prisión.
Relevante combatiente durante la Guerra de los Diez Años y protestante de Baraguá, Guillermón no era una figura inadvertida para el enemigo español. Protagonista, además, de la Guerra Chiquita, tras cuyo fracaso y engañado por las autoridades peninsulares, fue apresado en altamar y enviado a las cárceles hispanas. Luego, durante la preparación de la “guerra de Martí”, se convirtió en la figura de confianza del Apóstol para el nuevo alzamiento y, por sus actividades conspirativas, fue encarcelado en el Reina Mercedes, de donde salió minado por la tuberculosis que le causaría la muerte.
Se alzó el 24 de febrero de 1895 y, muy poco después, el 5 de abril, falleció al pie de la bandera en su campamento de Joturito, en el poblado de Alto Songo. Había cumplido así su compromiso con Martí, el Partido Revolucionario Cubano y la patria de mantener viva la llama de la insurrección hasta el arribo de los jefes principales.
A los jóvenes de la Generación del Centenario de José Martí, quienes lidereados por Fidel Castro Ruz asaltaron el 26 de julio de 1953 los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, se les ha denominado moncadistas, cubanismo que no aparece registrado en ningún diccionario, ni siquiera en los cubanos, pero no por ello carece de alta significación patriótica.
El patriotismo es valor moral presente en Guillermo Moncada y los moncadistas. Se forma a partir del latín patria, que a su vez se deriva del adjetivo patrius-a-um, “relativo a los padres o antepasados”. Primero se usó la expresión terra patria, en el sentido de “tierra paterna o de los antepasados” y después solo patria, “país de origen o lugar donde están las raíces”. Designa la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversa índole. El patriotismo no es más que el “amor a la patria”, “el sentimiento y conducta propios del patriota”.
