Cuba y Catar llevan décadas de fluida amistad y relaciones diplomáticas. Lo corrobora la estadía en Doha del presidente cubano
Existe un adagio que sentencia: “En los momentos difíciles se prueban las amistades”. El Emir padre, Hamad, le dedicó sentidas palabras a Fidel Castro con motivo de su deceso. El 26 de noviembre de 2016, el amigo catarí elogiaba del Comandante en Jefe el sólido carácter como luchador, el compromiso con todos los pueblos y causas del mundo, así como la contribución a la soberanía de la patria.
Siete años después de ese suceso, que conmocionó la política mundial, nuevamente la Mayor nación de las Antillas y Catar intercambian elogios, pero esta vez debido a la visita oficial que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, realiza al país soberano árabe, ubicado en el oeste de Asia y en el este de la península arábiga. En Doha, este 3 de diciembre de 2023, fue recibido por el emir del Estado de Catar, Jeque Tamim bin Hamad Al-Thani.
Al término del encuentro, el visitante declaró en su cuenta social X que había tenido fructíferas conversaciones con su Alteza el Emir, donde compartieron el interés mutuo de profundizar los vínculos político-diplomáticos, con voluntad por diversificar y ampliar los nexos económicos, comerciales y de cooperación.
Por su parte, el Emir elogió la cooperación catarí-cubana, especialmente en los sectores de las inversiones, el intercambio comercial y la medicina. En cuanto a los temas internacionales abordados, ambas partes se refirieron “especialmente a la evolución de la situación en la Franja de Gaza y los territorios palestinos ocupados”.
Este punto del periplo medioriental de Díaz-Canel es muy importante. Baste señalar que Cuba y Catar establecieron relaciones diplomáticas en diciembre de 1989, cuando esa nación florecía gracias a la diversificación de sus inversiones, que a la larga le ha propiciado uno de los más altos PIB per cápita del orbe. (1)
Nuestras relaciones se evidencian también en la colaboración médica, que principalmente se consolida en el proyecto conjunto del “Hospital Cubano” de Dukhan y, según la prensa cubana consultada, es “un centro de excelencia”. Pero no solo la salud pública; otras actividades nos acercan. Prensa Latina dio cuenta de que en la estadía catarí, el presidente de Cuba se reunió con empresarios locales para evaluar la potencial ampliación y diversificación de las inversiones en la nación caribeña. Junto con un nutrido grupo de hombres de negocios, Díaz-Canel evalúo las posibilidades ciertas en “sectores estratégicos como el comercio mayorista y minorista, construcción, transporte marítimo, turismo, energías, construcción y artes”.
Tal como reseña el sitio web de Granma, “Cuba y Qatar comparten intereses en ámbitos como los de la salud, el turismo, la educación y el deporte, además de estar en sintonía, en foros internacionales, donde -apegados al derecho internacional y a los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas- abogan por la paz, la negación a bloqueos o injerencias, y la defensa de otras posiciones importantes para el equilibrio mundial”.
La delegación cubana la integran el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda; el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidraúlicos, Antonio Rodríguez Rodríguez; la viceministra primera de Salud Pública, Tania Margarita Hernández Cruz; la vicetitular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera Déborah Rivas Saavedra y otros directivos.
Díaz-Canel llegó a Doha procedente de los Emiratos Árabes Unidos, donde participó en el segmento de alto nivel de la 28va edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, conocida como COP28. Lo hizo en calidad de jefe de Estado y de presidente pro témpore del Grupo de los 77 y China (G-77), que representa a los países del llamado “Sur Global”. Al margen de esta cita planetaria, el mandatario cubano efectuó emotivos encuentros bilaterales con dirigentes de varios países.
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