La Revolución Cubana y la gente de bien en el mundo se ayudan desinteresadamente. Ante tiempos aciagos Cuba no está, ni estará, sola

“Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga”, sentenció el poeta griego Homero, reflexión tal vez nacida durante la escritura de su poema épico La Odisea. Sea cual sea el origen, describe la esencia del dar sin mediar intereses de ningún tipo. Amor por el amor mismo.

Nuestra Cuba transita arduas horas de acomodo; de intentar retomar la rutina difícil, troquelada a base de tesón, esfuerzos y también de acompañamiento amistoso. Elementos presentes incluso cuando nos vimos sacudidos por varios días de apagón, cuya raíz descansa en el brutal bloqueo del Norte, siendo siempre necesario recalcarlo. Tampoco faltaron cuando el tormentoso viaje de “Oscar” por el oriente cubano.

Varios colegas han tejido con palabras llenas de emotividad y sabiduría esos momentos. Quiere entonces esta comentarista referirse al abrazo venido de allende los mares y cielos, pues como bien señalara el poeta griego sabe a menos la carga si la repartimos entre todos.

El presidente Miguel Díaz-Canel, en su cuenta social X destacó: “Unos 41 países y varios organismos internacionales, se han solidarizado con Cuba, que enfrenta los impactos simultáneos de un ciclón y emergencia energética, con admirable resiliencia”. Debemos acotar, asimismo, cómo varios de nuestros amigos se han pronunciado contrarios a las severas sanciones impuestas por el gobierno de los EE.UU., las cuales impiden el acceso a créditos para la compra de combustibles y piezas de repuesto. Encomiable es la actitud demostrada por los congresistas Barbara Lee y Jim McGovern, este último miembro de la Cámara de Representantes de los EE.UU., quien afirmó también en X que la actual política de su país contribuyó directamente a los problemas energéticos de Cuba.

Y no podemos pasar por alto a la mandataria electa de México, Claudia Sheinbaum, que ratificó la postura soberana de su nación. Al intervenir en la habitual conferencia de prensa declaró: “Nosotros estamos en contra del bloqueo a Cuba. Es la soberanía de los pueblos, eso es lo que dice nuestra política exterior. Es el pueblo cubano quien debe decidir cómo organizarse y cómo definir su forma de gobierno. No tiene por qué haber intervención”. Asimismo recalcó: “Nosotros vamos a apoyar siempre”. E informó que la Comisión Federal de Electricidad está dispuesta a brindar ayuda “esencialmente técnica”. Mientras, el 23 de octubre de 2024, el coordinador residente de la ONU en Cuba, Francisco Pichón, aseguró que el organismo apoyará los esfuerzos para la recuperación de los territorios de la Isla duramente afectados por “Oscar”, ratificando algo importantísimo para la población: continuarán con la implementación de los 48 proyectos bilaterales existentes, amparados en el actual marco de cooperación, con el propósito de acompañar los esfuerzos de desarrollo para mantener los indicadores sociales alcanzados en la mayor de las Antillas, pese a la situación actual.

Además, Rusia, Bielorrusia, Irlanda, Eslovaquia, Chipre, Venezuela, El Salvador, Hungría, Azerbaiyán, Nicaragua y los miembros de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA) figuran entre los países y pueblos fraternos. En Vancouver, Canadá; Milán, Italia; Miami, Nueva York y Los Ángeles, EE.UU. son cientos las personas de buena voluntad con reclamos por el fin del hostigamiento general impuesto desde Washington.

Seguramente irán sumándose más voces y manos, pues al extenderla dando lo poco de casa, otra devuelve el leal gesto. Iniciamos estas líneas con Homero; sin embargo, para qué ir tan lejos en tiempo y espacio geográfico, si aquí tenemos a un comprometido José Martí, quien en El Presidio Político en Cuba, sentenció: “Yo suelo olvidar mi mal cuando curo el mal de los demás”. Y eso hace la solidaridad: remedia, salva. Esa es, y será, la gran espuela para sacar lo mejor de la humanidad.