Facetas inexploradas, desconocidas y/o poco estudiadas de la vida de una notable mujer vieron la luz en una de las jornadas de la 30ª Feria Internacional del Libro de La Habana.
Se trata del volumen Tina Modotti. Mucho más que un cuerpo desnudo, de la avileña Reina de la Caridad Torres Pérez, presentado en la Casa del Alba Cultural bajo el sello editorial Pablo de la Torriente Brau, por los investigadores cubanos Adys Cupull Reyes y Froilán González García, quienes resaltaron el cometido y la relevancia de esta obra en el contexto contemporáneo.
Desde un enfoque diferente, sustentado en el análisis histórico filosófico de la personalidad de la fotógrafa y militante comunista, la autora se acerca al quehacer de la artista y luchadora social, la Tinísima de Mella, como muchos la identifican, a partir de los diversos escenarios en que se desarrolló.
Filosofa, poeta, narradora, guionista y profesora universitaria, Reina de la Caridad Torres Pérez está diplomada en Periodismo y es, además, Máster en Desarrollo Social Comunitario. En medio de los avatares de la fiesta literaria y tras la presentación del libro, accedió a dialogar con BOHEMIA.
“Mi acercamiento al tema es justamente por medio de Julio Antonio Mella, para mí la figura cumbre en lo personal, en lo profesional. Quería desde la piel de Tina Modotti poder entender el amor que los unió en esos tan intensos cuatro meses en que vivieron una relación muy tempestuosa, como el propio Mella calificó el amor que sentía por ella.
“Influyó mucho lo que ya había bebido de indagaciones emprendidas por Adys Cupull, Froilán González y otros escritores cubanos y foráneos, de ese modo fui armando una concepción, en la cual trato de resaltar la arista de fotógrafa, pero es que en Tina hay muchas Tinas, en una sola están contenidas muchas mujeres.
“Su personalidad transgresora afianzó en mí la perspectiva que tengo: yo, una mujer del siglo XX; ella, una de finales del XIX y mediados del XX; ambas equidistantes en el tiempo, sin embargo, con numerosos rasgos en común.
“No cabe duda de que su forma de ver la vida, de crecerse ante las dificultades, ha sido desde siempre paradigmática y salí tras esa búsqueda. La intención es mostrarles estas ideas a los más jóvenes. En el primer acápite, que titulo Confesiones al lector, explico que profundizar en su vida y obra, continúa siendo una asignatura pendiente.
“En Cuba conocemos a la Tina compañera de Julio Antonio Mella, a la fotógrafa y un poquito más, se tiene la representación de la mujer que posó desnuda para la fotografía, para la pintura, como en las creaciones de Diego Rivera que se encuentran en la Capilla Riveriana, en México.
“He querido que se supiera cómo se convirtió en fotógrafa, de cuáles recursos se valía para hacer fotografía social, cómo en un momento determinado de su vida se desprendió de su profesión, con la cual alcanzó reconocimiento internacional.
“El objetivo estaba también en explorar sobre esa mujer que aun siendo una analfabeta funcional, sin apenas llegar a un nivel educacional primario, llegara a codearse con figuras y personalidades de su tiempo, en específico con la intelectualidad de su época, lo cual da la medida de cómo a lo largo de su existencia se fue enriqueciendo desde lo empírico, por supuesto apoyada en la inteligencia natural que indiscutiblemente poseía.
“Esos matices los dejo claro en el libro, que no llega a ser una biografía, es un ensayo, un análisis desde lo filosófico. Queda mucho todavía por investigar y escribir. El propio encargo que nos hacen Adys y Froilan está encaminado en especial a que en nuestro país estudiemos a Tina Modotti más a fondo.
–Durante la presentación en la Casa del Alba se mencionó la perspectiva de crear en Ciego de Ávila un proyecto de amplias luces, cuya concepción comenzó a modelarse mientras se fraguaba este libro.
“La idea de Adys y Froilan creo que nace de un primer encuentro sostenido hace ya algunos años, cuando llegué a su casa con unas cuartillas e inmediatamente me expresaron lo contentos que se sentían al ver en mí una continuidad de su labor como investigadores. Me expusieron cuán extraordinario sería que los jóvenes se motivaran con figuras como Tina Modotti y Julio Antonio Mella.
“Luego, tuvimos otro encuentro, ya ellos habían analizado el libro. Mientras me comentaban lo enriquecedor que les resultó la lectura, sugirieron crear en Ciego de Ávila un espacio que funcionara como galería. Personalmente lo veo como un centro de estudios culturales, de investigación, donde confluyan lo vinculado a la fotografía y todas las manifestaciones del arte, pero en especial enfocado en los estudios de investigación social que aborden no solo la obra de Tina Modotti, también la de otras personalidades que merecen reconocimiento”.
-¿Y qué expectativas tienes?
-Sé que le debo dedicar al futuro centro mucho tiempo para que fragüe, precisamente ahora que estoy enfrascada en mi tesis doctoral en Ciencias Sociológicas. Para el proyecto cuento ya con la Unión de Historiadores, filial avileña de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, los consejos de las Artes Plásticas y Escénicas, la dirección de Cultura del territorio y, sobre todo, el Gobierno provincial. Tengo la certeza de que va a fluir”.
